A pesar de estar ubicados en el tercer piso de un moderno e inteligente edificio, enclavado en la exclusiva zona residencial de Lomas de Chapultepec, al poniente de la Ciudad de México, el lastimoso pregonar de un vendedor ambulante, que, seguramente, rondaba por calles adyacentes, a todo pulmón gritaba una y otra vez… ¡Ja-le-ti-nas!! ¡Ja-le-ti-nas!!, se hacía cada vez más notorio en el interior de la oficina de mi entrevistada, la prestigiada periodista y conductora Adela Micha, quien, al percatarse de nuestra presencia en su refugio intelectual, en un acto de cortesía y amabilidad, salta del sillón en el que permanecía sentada frente a un hermoso y funcional escritorio de cristal.
A manera de bienvenida exclama: “Muchachos, sean bienvenidos a esta su oficina”, refiriéndose a este reportero y mis compañeros fotógrafos Javier Pérez y Samanta Adorno. Sin más ni más, opta por salir a nuestro encuentro con los brazos extendidos para brindarnos un afectuoso abrazo.
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Antes de iniciar la conversación, dentro de mí, me decía repetidamente: “¡Gulp!!, entrevistar a una reconocida, talentosa y prestigiada entrevistadora, con una impresionante trayectoria en los medios de comunicación… A lo Mero Macho, no es nada fácil… Así es que tienes que ponerte las pilas y transforma esta valiosa oportunidad, en un agasajo de charla entre dos amigos, de lo contrario, si la aburres, lo más fácil para ella, con esa sobrada experiencia que posee, y, quizás, hasta cansada de tantas y tantas entrevistas que le han hecho, será que te vaya a “batear” ¡Edmundo…!!, el que es perico, donde quiera es verde.
Es importante señalar que, esta amena e interesante entrevista la pude llevar a cabo a tan solo 48 horas antes del sorpresivo “susto” que me diera la vida, sufrir un pre infarto. Gracias a Dios, un poco más tranquilo y repuesto, es mi deseo ofrecérsela a usted, mi estimado lector de EL UNIVERSAL, esperando sea de su agrado.
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De reportera novata a referente de la televisión mexicana
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Nuevo Mundo, Adela Micha Zaga, es una excelente periodista, conductora y comunicadora, con una brillante trayectoria periodística tanto en la televisión, radio, prensa escrita e internet, destacando por la originalidad y frescura que le imprimía a cada uno de los noticieros que le tocó producir, dirigir y conducir durante 36 años en Televisa, tales como ECO, al lado de Jacobo Zabludovsky En Contraste, con el siempre querido y recordado Ricardo Rocha. “Por Adela” de Canal 9 y Gala TV. Asimismo, su incursión en la radio fue exitosa con su programa Al Aire en XEW, la Catedral de la Radio en México, Panorama Informativo de Grupo Acir y Primera Edición de Imagen Informativa de Grupo Imagen
La dama del buen vestir, luce espectacular portando una blusa blanca de seda de manga larga que hace perfecta combinación con un chaleco de piel color azul con finos detalles blancos y grises. Un pantalón de mezclilla azul claro y unas vistosas botas de piel color blanco.
A punto de cumplir sus exitosos 63 años de vida, se le nota completamente relajada, pero lo que se llama feliz de la vida y sin poder esconder la enorme alegría y orgullo que le causa estar cumpliendo sus primeros 40 años de ejercer esta noble profesión del periodismo, así como 8 años de haber emprendido la aventura de estar al frente de su propio Canal de Televisión por Internet -YouTube- “La Saga”, en donde, por cierto, se ha anotado varios “Hits”, con reveladoras entrevistas a muy diversas personalidades de la vida nacional e internacional. Y, por si fuera poco, demuestra ser una excelente anfitriona, no permite que se le vaya el mínimo detalle, está absolutamente en todo: ¿Ya les ofrecieron de tomar algo? ¿Quieren un café, un refresco o agua? -nos consulta-
No cabe duda que Adela Micha posee enormes tablas con tantos años de experiencia en la radio y televisión mexicana. “¿Les parece bien que, en lugar de hacer la entrevista aquí en mi escritorio, nos vayamos a esta pequeña salita que tengo a un lado para estar un poco más cómodos?, y acota, además, tenemos una hermosa vista de Lomas Virreyes. Si así lo desean, pueden cerrar las cortinas para que no les afecte tanto la luz en sus fotos”
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-Adela, muchas gracias por recibirnos mi primera pregunta es… ¿Cómo te va en la vida?
-Al contrario, mi querido Edmundo, es un placer poder recibirlos… ¿Cómo me va en la vida? Fíjate que me va bien…
-Te hago esa pregunta porque Adela Micha siempre es noticia…
-Mira, si te digo que me va bien, es porque… ¡Estoy viva!! Ja, ja, ja.
-¿Acaso ya piensas colgar los tenis, chupar faros o entregar el equipo?
-¡Toco madera!!... ¡Ni lo mande Dios!!, me siento completamente sana. Afortunadamente, cuento con una familia preciosa… ¿Tú crees que me va ir mal, teniendo todo a mí favor?
-¿A lo Mero Macho, te gusta lo que haces?
-¡Tómala!!, no solamente me gusta, sino que me apasiona y hasta me envuelve totalmente. Claro me apasiona lo que hago y no me puedo quejar de nada. Fíjate que mi madre me enseñó a ser agradecida, y yo, estoy mucho muy agradecida por todo lo que logrado y todo lo que la vida me ha dado.
-¿Por qué periodista?
-A lo Mero Macho…
-¿…Así, ya nos llevamos?
-Ja, ja, ja, porque te dije ¿A lo Mero Macho?, es que me encanta tu famosa frase. Pero no me vayas a salir que me vas a cobrar derechos de autor… Ja, ja, ja. Mi querido Edmundo, tú y yo, nos conocemos desde hace muchos años, a decir verdad, no sé si esta historia ya te la haya platicado antes, cuando eras reportero de El Sol de México y te compartí de lo mucho que la vida me ha dado…
-Insisto, ¿Por qué periodista?
-Ja, ja, ja… ¡Pinche Edmundo!!, me encanta que seas tan irreverente e incisivo…
-Mira que, tú, no cantas mal las rancheras… Otra vez ¿Por qué periodista?
-¡A lo Mero Macho!!, la verdad, siempre he reiterado que mi encuentro con el periodismo fue tal y como ocurre con las mejores cosas de la vida… ¡y de manera fortuita…!!
-A ver, barajeamela más despacito… ¿Quieres decir que no soñaste ser periodista?
-¡Exacto!!, vamos, lo te quiero decir, es que el periodismo fue quien me encontró a mí.
-¡Ah, Caray…!! ¿Cómo estuvo eso?
-Estaba estudiando el segundo semestre la carrera Ciencias de la Comunicación en la Universidad del Nuevo Mundo, y me pidieron que cubriera unas cuantas horas en la materia de televisión…
-¿…Y?
-Resulta que, un día, estaba en el Museo Tamayo. observaba al reportero Héctor Carrillo quien estaba grabando algo en las escaleras del museo. Toda quitada de la pena, me acerqué y saludé al productor Rubén San José, quien estaba al frente del reportaje que estaba realizando Héctor Carrillo.
-¿Qué le dijiste?
-Bobadas de cualquier chavito de mi edad, le preguntaba cuanta cosa se me vino a la mente. Total, me da su tarjeta y me dice: “Mira chamaquita, soy productor de Televisa, cualquier cosa que necesites, háblame”
-¿Sí le hablaste?
-¡Por supuesto!!, necesitaba cumplir las horas de televisión que me exigían en la universidad. Fui a Televisa y me recibe…
-Pero tú, eras aún una chamaquita… ¿Cómo te recibieron?
-Con las clásicas “novatadas” que les daban a quienes ingresaban a Televisa…
-Pero tú, estabas realizando tu servicio social…
-¡Exacto!!, aun así, me convirtieron en “la mandadera”, iba por el café, por las tortas, por los refrescos y era jala cables, ve a sacar copias de los guiones, etcétera… Pero hay algo que jamás se me va olvidar…
-¿Qué te hicieron?
-No me acuerdo quien, pero me mandaron a la oficina de don Roberto Yáber, quien era vicepresidente de Operaciones de Televisa, para solicitar ¡Una caja de barras de sincronía a color…!! Y me recibe el ingeniero Ricardo Santa Olaya, quien era su segundo de abordo, atacado de risa me dice… ¡Te novatearon!!, Ja, ja, ja.
-¿Y luego?
-Me acuerdo que iba caminando a toda prisa por los pasillos de Televisa Chapultepec, un viernes al mediodía, me encontré al licenciado Jacobo Zabludovsky, quien el observarme me dice con voz fuerte: ¡Niña!! ¿Tú, quién eres?
-¿Qué cara pusiste? ¿Sabías quién era él?
-Me quedé helada y mucho muy sorprendida, pero a la vez, me cuestionaba por dentro si quería saber mi nombre… ¡Por supuesto!!, sabía perfectamente que era, nada más ni nada menos, don Jacobo Zabludovsky, el exitoso titular del mejor noticiero de la televisión mexicana de ese entonces 24 HORAS… ¡Le duela a quien le duela, maestro de muchas generaciones de periodistas!!
-¡Órale!!, me parece una afirmación contundente…
-¡Es que es la verdad!! El licenciado Jacobo Zabludovsky se esforzó y hasta se empeñó en dedicarse a sentar las bases del periodismo televisivo que se hace hasta la fecha
-¿Pero qué le respondiste a Jacobo Zabludovsky?
-Simplemente, le dije que me llamaba Adela Micha, y todavía me pregunta ¿Y qué andas haciendo aquí?, no supe que decirle, simplemente, le respondí “Nada, solamente vine a conocer Televisa”
-¿Lo notaste molesto?
-¡No, para nada!!, al contrario. Con una leve sonrisa me pregunta ¿Te gustaría salir en un noticiero de gente joven…?
-No cabe duda que naciste para triunfar…
-¡Estaba que no me la creía, es más, pensaba que me estaba cotorreando y le digo… ¡Claro que sí!!, nada más dígame que hay que hacer. Me dio una leve palmada en mi espalda y me dice… ¡Ándale!!, vete hacer un “casting” ¡ahorita!! Creo que eran ya como las seis de la tarde.
-¿Y qué hiciste?
-Pues ahí me tienes, me voy hacer el “casting” Me acuerdo que había infinidad de chavitos y chavitas, pero de verdad, muchos. Me acuerdo que el “casting” termino como a las once de la noche. Nos dieron las gracias, por cierto, ese noticiero comenzaba a transmitirse el lunes siguiente, es decir, a tan sólo tres días.
-¿Pero te dijeron si habias sido aceptada o no?
-No, no me dijeron nada, simplemente, que me avisarían por teléfono en caso de haber sido seleccionada…
-¿Qué nervios no?
-Pues sí, pasó el sábado y nada. El domingo por la mañana, tarde y nada. Pero como a las nueve y media de la noche, suena el teléfono de mi casa, me dice una voz varonil “Adela Micha, te hablamos de la dirección de noticieros de Televisa. Muchas felicidades, vas “al aire” mañana lunes…
-¿Qué les respondiste?
-Ja, ja, ja, que me explicara ¿qué era eso de ir “al aire”? Mira, mañana te esperamos muy temprano en Televisa Chapultepec…. A partir de ahí, transcurrieron 36 años de estar trabajando para noticieros Televisa.
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La infancia de Adela Micha: Un recuerdo de rebeldía y aprendizaje
-Cuarenta años de una brillante trayectoria periodística en la televisión mexicana, se dice fácil y digno de reconocerse, pero yo te quiero preguntar ¿La encumbrada periodista Adela Micha, qué recuerdos atesora de su etapa infantil?
-Antes de responder, le da un pequeño sorbo a una lata de Coca Cola Light, me observa detenidamente. Con su mano derecha, acaricia suavemente su abundante cabellera. Suspira profundamente y me dice: ¡Tómala!!, jamás he hablado de mi vida privada en una entrevista, mucho menos, de mi niñez.
-Bueno, empecemos… ¿Cuál era tu juguete favorito?
-¡Puff!!, pues mira, yo, la verdad, no tuve muñecas…
-¿…Neta?
-Te estoy hablando con absoluta franqueza. Insisto, eres el primer periodista que se atreve a incursionar sobre mi etapa infantil y me sorprendes muchísimo…
-…¿Te molesta?
-¡No!!, para nada. Al contrario, es algo que agradezco con el corazón y reconozco tu astucia e inteligencia para saber meterte a esas fibras tan personales…
-Mejor cuéntame esa etapa que nadie conoce de ti…
-¡Es la verdad!!, querido Edmundo, nunca tuve una muñeca Barby.
-¿Qué lugar te toco ocupar dentro de los hermanos?
-Fui la más chica de una familia de seis integrantes, tres hombres y tres mujeres…
-¿Una niñez fugaz?
-En parte sí, porque mi infancia siempre estuvo rodeada de gente mucho mayor que yo
-¿Cómo te llevaste y te llevas con tus hermanos?
-Hasta la fecha, soy mucho muy cercana a mis hermanos.
-A qué jugabas con ellos?
-¡Edmundooooo!!...
-¿Ahora qué hice?
-Cuando nos pusimos de acuerdo para la entrevista, me hubieras dicho que me ibas a sentar frente a mi sicólogo…
-¿Para qué demonios me serviría preguntarte lo que ya todos sabemos sobre tu brillante trayectoria periodística?
-Eso, exactamente, es lo que te hace original y lo haces con elegancia…
-¡No exageres!! Va de nuevo… ¿A qué jugabas con tus hermanos?
-Lo que me acuerdo, es que, mis juegos, siempre eran al lado de ellos. Mi hermano mayor ya estaba estudiando en la UNAM y nos contaba interesantes historias que vivía en la UNAM.
-¿Te convertiste en una adulta prematura, pero en el cuerpo y mente de una niña?
-¡Qué bonita pregunta!! Es que me enseñaron ese amor por los libros, me pasaba horas y horas en la biblioteca.
-¿Cuál fue el comportamiento de los Reyes Magos hacia la niña Adela, cuando pasaban por tu casa?
-Ya que los mencionas, los Reyes Magos sí llegaban a mi casa…
-¿Qué les pedias?
-¡No me hagas sufrir!!, la verdad, es que no me acuerdo…
-¿Eran generosos o unos auténticos “manchaditos”?
-Ja, ja, ja, y luego te enojas porque te digo que eres un sicólogo oculto. Los Reyes Magos siempre fueron muy generosos, pero mucho más conmigo porque era la más pequeña de la casa…
-¿Qué era lo que no te gustaba de los Reyes Magos?
-Que siempre nos traían cosas que no nos gustaban mucho
-¿Por ejemplo?
-Ropa y cuadernos para la escuela, mientras que Santa Claus, era más “bonachón”, es decir, nos llenaba de juguetes.
-¿Cuál fue ese juguete que te hizo muy feliz Santa Claus?
-Me acuerdo mucho de un “hornito” para hacer pastelitos… -Rascándose la frente con sus dedos, balbuceando, agrega- “Mmm, solamente me acuerdo de eso”
-¿Y en la escuela cómo eras, una niña aplicada, del montón o media “burrita”?
-Ja, ja, ja. Fíjate que era bastante aplicada, de hecho, el viernes de la semana pasada, me di a la tarea de sacar poco más de veinte cajas para revisar lo que contenían… ¿y qué crees que me encontré?
-Un titipuchal de recuerdos, fotos, entrevistas…
-¡Unas boletas de calificaciones de mi escuela primaria!!
-¿En qué grado ibas?
-Eran correspondientes al cuarto año de primaria, la verdad, eran puros nueves y dieces… ¿Pero, qué crees…?
-¿Eras muy traviesa?
-¡Ya ves!!, eres un sicólogo encubierto. ¡Estaba reprobada en conducta!!
-¿Qué hacías que ni tus maestros te soportaban?
-¡Era mucho muy tremenda!!
-¿Desmadrosa o hiperactiva?
-Ja, ja, ja, digamos que era tremendísima. Me había hecho de muchas amiguitas y amiguitos con quienes hacíamos un sinfín de travesuras…
-¡Tú cuéntame!!. A eso venimos…
-¡Sale!! Estando en la primaria nos íbamos de “pinta”, la verdad, estábamos bien chiquitos, y ya, éramos unos desmadrosos.
-¿En dónde estaba tu escuela?
-En la colonia del Valle y nos íbamos de “pinta” a Plaza Universidad, andar baboseando en los aparadores de las grandes tiendas, comprábamos algún helado y nos regresábamos a la hora de salida de la escuela para que no nos descubrieran nuestros papás. Además, nos llevaba el camión de la escuela a nuestras casas.
-¿Siempre has sido así, de impetuosa?
-Ja, ja, ja. ¡Genio y figura hasta la sepultura!! Robándome tu frase… ¡A lo Mero Macho!!, siempre he sido medio “rebeldona y hasta lidercilla” Luego, me tuvieron que cambiar de escuela
-¿Eras dinamita pura ante tus compañeritos?
-¡Sí, para qué te digo que no!! Era más que suficiente y me pusiera al frente de todos y les dijera… ¡Vámonos de pinta todos!!, y me seguían como al flautista de Hamelin, ja, ja, ja.
-Querida Adela, ¿Cuál ha sido la fórmula que has utilizado para triunfar?
-¡Uff!!, mi querido Edmundo!! No sabes el trabajo que me ha costado…
-¿Lágrimas de sangre?
-Mira, Mundo, antes de responderte, déjame decirte que todas tus entrevistas son muy chingonas, la verdad, tienes un estilo muy diferente y hasta fuera de serie. Sabes tocar las fibras más sensibles de tus entrevistados y haces que el lector se sienta parte de la entrevista.
-Muchas gracias por el complido, que, viniendo de ti, es un inmerecido halago para mi… Volviendo a la pregunta… ¿Han sido lágrimas de sangre que has tenido que pagar para saborear las mieles del éxito?
La rebeldía juvenil que marcó su etapa escolar
-Cuando ingresé a la secundaria, fíjate que me entusiasmó muchísimo aprender inglés, hasta mención honorífica me dieron. Estaba en una de las pocas escuelas secundarias bilingües que había en la Ciudad de México de aquel entonces. La famosa Panamerican World School.
-¿Eran puras niñas?
-¡No!!, era una secundaria mixta
-Estando en la secundaria ¿Cómo te reprendían los maestros por tus travesuras?
-Me decían… ¡Ay Adelita!! ¿Qué vamos hacer contigo? Ya que tocas el tema, ahora que estuve rescatando recuerdos de esas cajas, en mis boletas dice: “Adelita Micha”, ja, ja, ja.
-Es que te das a querer…
-¡Así se lee… “Adelita Micha”, no es una exageración mía, inclusive, a un lado, viene estampada la firma de mi mamá… -súbitamente, Adela Micha no puede ocultar su parte vulnerable al traer a su mente esos gratos recuerdos. La voz se le quiebra, discretamente, se limpia con los dedos, un par de lagriams que logaron escapar de sus ojos-
-¿Y luego?
-Resulta que me cambian de escuela…
-¿Por qué?
-Porque ya nos quedaba muy lejos, porque vivíamos en Polanco… ¡Nací en Polanco!!
-¿Eras una niña “fifí”?... Lo digo, con el respeto y cariño que me mereces…
-Ja, ja, ja. Fíjate que ya no me tocó lo “fifí”, como bien lo dices. Aunque mi papá no era un hombre acaudalado, pero nos dio una vida decorosa…
La vida familiar de Adela Micha: Superación, sacrificio y logros
-¿A qué se dedicaba tu papá?
-Solo puedo decirte que, un día, salió a comprar cigarros… ¡y ya no regresó!!
-¿A lo Mero Macho?
-Así como lo estás escuchando, entonces, mi mamá se quedó sola y al cargo de seis hijos.
-¿Cómo le hizo?
-Pues se puso a trabajar para poder sacar adelante a sus seis hijos. Todos nos pusimos las pilas, estudiamos e hicimos una carrera.
-¿Existían ciertas limitaciones económicas en casa?
-Sí, para qué te digo que no. Varias veces, me tocó ver batallar mucho a mi mamá para pagar colegiaturas, para pagar la luz, para pagar el teléfono…
-Insisto… ¿Cómo le hacía?
-¡No lo sé y nunca lo supe!!, pero hacia verdaderos milagros para que el dinero alcanzara para todo
-¿A qué colegio te cambiaron?
-Al Colegio Hamilton, que también era bilingüe, en donde terminé la secundaria.
-¿Cómo era tu vida en la secundaria?
-¡De maravilla!!, desde el primer da, me hice de muchas amistades en ese aspecto, te juro que no tenía absolutamente ningún problema.
-¿En la secundaria, fue donde sacaste a la niña rebelde?
-La verdad es que sí, al grado que, a cada rato, el director de la secundaria mandaba llamar a mi mamá…
-¿Te daba pena?
-No me daba pena con los maestros, sino con mi mamá, porque amaba profundamente a mi mamá. Cuando veía que llegaba a la escuela, por dentro me decía: “¡Híjole Adela, ya le van a decir que eres un desastre!! Ahí, iba mi pobre madre hasta la oficina del director de la secundaria, hasta que uno de esos tantos días, por fin, le dijeron: ¡Señora, por favor, llévese a su hija que ya no la queremos aquí!!
-¿Te expulsaron?
-Lo más curioso, es que le hacían ver que obtenía las mejores calificaciones en todas las materias… ¡menos en conducta!!
-¿Por qué te corrieron?
-Yo no me lo explicaba, me decían que me querían mucho… ¡pero me estaban corriendo!! Ponían de pretexto que alborotaba no solamente a mis compañeros del salón… ¡sino de toda la escuela!!, ja, ja, ja.
-¿Cuál fue la reacción de tu mamá?
-Totalmente seria y firme me dijo: ¡Pues ahora, tú, te buscas una escuela en donde aguanten tus desmadres!!
-¿Y qué hiciste?
-Empecé a consultar con amigos, me entero que había una escuela, la cual, gozaba de mucha fama a donde se refugiaban todos los rechazados o corridos de otras escuelas.
-¿Cómo se llamaba esa “famosa” escuela?
-Nada más, ni nada menos, que el célebre Colegio Albatros. Me voy hasta la colonia La Herradura…
-¿Te llevaste una sorpresa?
-¡Síii!!, desde el primer momento en que visite sus instalaciones, me dije por dentro… ¡Carajo, qué escuela tan maravillosa!!
-¿Qué tenia de especial?
-Contaba hasta con un pequeño rio, además, un enorme y esplendoroso jardín, así como formidables áreas verdes. No dudé ni un solo minuto y decidí entrar ahí. ¿Pero qué crees?
-¡Ya no la hagas de emoción…!!
-Me dicen que ya no había cupo, que todos los grupos ya estaban completos y me proponen que me inscribiera en una escuela normal durante un año, y luego, tendría pase directo a la prepa.
-¿Aceptaste la propuesta?
-No me quedaba de otra, pero estando en dicha normal, comencé hacer desmadre y medio para que me pasaran a la prepa… ¡y así fue!! Me la pasé de lo mejor en el Albatros, ahí, fue donde pude cultivar a mis mejores amigos y fue una gran escuela para mí.
-La prepa te ayuda a definir tu personalidad…
-¡Exacto!!, estando en el Albatros, fue mucho de lo que pude aprender para mi estructura mental. Teniendo maravillosos profesores, sobre todo, un excelente maestro de Historia, José María, a quien le decíamos cariñosamente “Chepe”, resultaba una verdadera delicia escuchar sus clases. Así como el profesor de Filosofía, Pablo, era dificilísimo aprobar su materia…
-¿…Por qué…?
-Porque era terriblemente exigente.
-¿En la prepa, también fuiste una buena alumna?
-La verdad es que sí, me gustaba mucho estudiar, pero, también… ¡echar mucho desmadre!!
-Digamos que sabias vivir a plenitud…
-¡Digo!!.. ¿no? Fue una época maravillosa en mi vida. Desde entonces me empezó a fascinarme la Filosofía, y como había aprendido de mis hermanos el hábito por la lectura, devoraba cuantos libros llegaban a mis manos.
-¿Qué leías?
-Mis hermanos me decían que yo no creía absolutamente en nada. Me acuerdo que el primer libro que leí, fue “El Libro Rojo de Marx”, que mi hermano leyó cuando estaba en la UNAM, y que conservo celosamente en mi biblioteca.
-¿Eso, de alguna manera, influyó para que te inclinaras por el área de Ciencias y Humanidades en la etapa universitaria?
-¡En efecto!!, me decidí por el Área Cuatro, correspondiente a Ciencias y Humanidades. Por cierto, fue la primera vez que sacaba un diez de calificación por un trabajo que entregué.
-Continuará-
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