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Este 22 de febrero es Miércoles de Ceniza, lo que marca el inicio de la Cuaresma, de acuerdo con el calendario litúrgico de la religión cristiana. Este periodo comprende seis semanas dedicadas a la oración, expiación de culpas y conversión.
Durante estos 40 días los fieles deben prepararse espiritualmente para la Semana Santa. De hecho, el 22 de febrero las personas mayores de 18 años deben realizar ayuno obligatorio y abstinencia, tal como el Viernes Santo.
El Miércoles de Ceniza el sacerdote o diácono impone una marca de ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles. Las cenizas pueden ser recibidas por cualquier persona independientemente de su fe.
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Si bien la imposición de la cruz de cenizas se debería realizar después de una misa, también es posible recibirlas de forma extraordinaria como ocurrió durante la pandemia por covid, fecha en la que el Vaticano publicó una serie de medidas que se debían seguir.
Foto: Germán Espinosa / EL UNIVERSAL.
¿Dónde se obtiene la ceniza que se impone el Miércoles de ceniza?
De acuerdo con al Vaticano, en el siglo XII surgió la costumbre de obtener las cenizas al quemar los ramos de olivo bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.
Las palmas que fueron bendecidas un año antes son rociadas con agua bendita, aromatizadas con incienso y posteriormente quemadas para obtener la ceniza que se ha de imponer en la frente de los fieles.
Cuando el sacerdote coloca la señal de la cruz sobre la frente de los fieles expresa las frases “arrepiéntete y cree en el Evangelio”, así como “Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás”, que se extraen de pasajes de la Biblia.
Es costumbre entre la población no retirar la ceniza hasta que ésta caiga por si sola, aunque no se trata de una disposición obligatoria.
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Foto: Alma Rodríguez / EL UNIVERSAL.
¿Cuándo inició la imposición de ceniza
Durante el siglo II, los cristianos se preparaban para la Pascua con dos días de ayuno y penitencia. Posteriormente esa práctica se extendió a toda la semana Santa. En el año 325, el Concilio de Nicea preparaba la Pascua durante 40 días siguiendo el modelo de Jesús, quien pasó 40 días en el desierto.
En un inicio la Cuaresma comenzaba seis domingos antes de la Pascua, pero como los domingos no se hacia ayuno, en el siglo V se separaron el viernes y Jueves Santo del Triduo Pascual para contarlos como Cuaresma.
Posteriormente se decidió anticipar la Cuaresma cuatro días, y así se llegó al Miércoles de Ceniza.
Foto: Rofoldo Pérez / EL UNIVERSAL.
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