María, la bruja Tlahuipochi cerró su décima temporada en una chinampa de Xochimilco, escenario que sirvió para festejar también las 100 representaciones de esta puesta en escena.

Este 2025 los productores de la obra, Marco Dzul y Mila DRomán, unieron esfuerzos en una coproducción con la Ruta del Cempasúchitl de Explora Xochimilco dando como resultado una experiencia diferente para el público.

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La Ruta del Cempasúchitl del Proyecto Explora Xochimilco cumplió 3 años y unió esfuerzos con la puesta en escena de María, la bruja Tlahuipochi. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.
La Ruta del Cempasúchitl del Proyecto Explora Xochimilco cumplió 3 años y unió esfuerzos con la puesta en escena de María, la bruja Tlahuipochi. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.

El pasado domingo 16 de noviembre, día de la última función, fue especial para los asistentes porque conocieron la Ruta del Cempasúchitl, organizada por Explora Xochimilco, un paseo por la chinampa donde están los invernaderos, flor que despidió la festividad de los difuntos para dar la bienvenida a las nochebuenas de la época navideña.

Los visitantes disfrutaron de un viaje en trajinera por estos canales llenos de color y tradición donde degustaron café de olla, tamales con salsa y pan de muerto; al bajar en aquella chinampa conocieron algunos rituales ancestrales de purificación mientras observaban el atardecer.

Al bajar en aquella chinampa, el pasado domingo los visitantes conocieron algunos rituales ancestrales de purificación mientras observaban el bello atardecer. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.
Al bajar en aquella chinampa, el pasado domingo los visitantes conocieron algunos rituales ancestrales de purificación mientras observaban el bello atardecer. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.

Al anochecer llegaron en trajinera a la chinampa donde se presentó la obra. Los recibió una probadita de curado de pulque de flor de cempasúchitl, para luego presenciar al aire libre el juego de pelota azteca, que se practica con la cadera y una pelota de hule, donde dos participantes representaron a la vida y a la muerte acompañados de la música en vivo del grupo Mez-Me.

El encuentro se intensificó cuando prendieron fuego a la pelota, marco en el que los dos contendientes mostraron al máximo sus habilidades que fueron recompensadas con numerosos aplausos.

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Antes de la obra hubo una representación del juego de pelota azteca. Los contendientes prendieron fuego a la pelota de hule, lo que sorprendió más a los espectadores. Crédito: Gabriel Sánchez Pozos/Cortesía.
Antes de la obra hubo una representación del juego de pelota azteca. Los contendientes prendieron fuego a la pelota de hule, lo que sorprendió más a los espectadores. Crédito: Gabriel Sánchez Pozos/Cortesía.
El grupo Mez-Me acompañó en todo momento el recorrido. La música y letras de las canciones fueron hechas por ellos, especialmente para María, la bruja Tlahuipochi. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.
El grupo Mez-Me acompañó en todo momento el recorrido. La música y letras de las canciones fueron hechas por ellos, especialmente para María, la bruja Tlahuipochi. Crédito: Gilberto Martínez/Cortesía.

Después, una danza prehispánica sorprendió a los presentes, donde el fuego también se hizo presente al ritmo de la música de tambores, caracolas, flautas y cascabeles o ayoyotes; al terminar, un camino de veladoras, flores de cempasúchitl, calaveras y una pareja de dioses aztecas recibió al público en la carpa con gradas, donde estaba el escenario retocado de forma especial para la última representación.

Una danza prehispánica sorprendió a los presentes, donde el fuego también se hizo presente al ritmo de la música de tambores, caracolas, flautas y cascabeles o ayoyotes. Crédito: Angélica Navarrete/EL UNIVERSAL.
Una danza prehispánica sorprendió a los presentes, donde el fuego también se hizo presente al ritmo de la música de tambores, caracolas, flautas y cascabeles o ayoyotes. Crédito: Angélica Navarrete/EL UNIVERSAL.

Previo a la función, entre los actores predominaron sentimientos encontrados de alegría y nostalgia por terminar esta nueva experiencia artística, donde hubo agradecimientos por la “magia” que la bruja dejó en cada uno.

María, la bruja Tlahuipochi, narra la historia de una joven casadera de un pueblo de Xochimilco, quien descubre su origen de una forma cruel e inesperada. En todo momento el miedo y la seducción de la maldad están presentes para sus habitantes, pero sobre todo para María.

Al cierre de la función, las catrinas de la Ruta del Cempasúchitl, guías de las trajineras donde viajó el público, también participaron haciendo breves pero coloridas participaciones en dos escenas junto al elenco de la obra.

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La obra presentó su décima temporada en un escenario natural de Xochimilco. Crédito: Angélica Navarrete R./EL UNIVERSAL.
La obra presentó su décima temporada en un escenario natural de Xochimilco. Crédito: Angélica Navarrete R./EL UNIVERSAL.

Al final, Cristian Rodríguez, creador de la Ruta del Cempasúchitl de Explora Xochimilco, agradeció al público su asistencia a este el tercer año de la ruta, así como a todo su equipo de trabajo desde catrinas, hasta los motoristas de las trajineras, a la vez que reconoció el trabajo de los productores y actores de María, la Bruja, en esta temporada.

Marco Dzul, director de la obra y también actor, también agradeció al público su asistencia, así como a Explora Xochimilco y cerró el evento con otro agradecimiento a todo su elenco y equipo por los más de 6 meses de trabajo, para luego develar una placa representativa por los 10 años de María, la Bruja Tlahuipochi y por las 100 representaciones, acompañado del actor Rodrigo Carbajal, quien ha participado durante toda esta década.

Los actores Alicia Lara, como la bruja mayor y Rodrigo Carbajal, en el papel de Juan, hermano de Santiago, posaron junto a la placa de las 100 representaciones. Rodrigo ha participado en la obra durante estos 10 años. Crédito: Producción La bruja Tlahuipochi/Cortesía.
Los actores Alicia Lara, como la bruja mayor y Rodrigo Carbajal, en el papel de Juan, hermano de Santiago, posaron junto a la placa de las 100 representaciones. Rodrigo ha participado en la obra durante estos 10 años. Crédito: Producción La bruja Tlahuipochi/Cortesía.

En entrevista con , Marco dijo que este año el reto fue “encontrarse con un terreno natural que no es propicio para una obra teatral, irlo modificando hasta lograr que la gente lo disfrutara de principio a fin y el resultado fue muy satisfactorio, ver que la gente salía contenta pese a las condiciones naturales que representa esta experiencia”.

Aún no se sabe si la obra volverá a presentarse en este escenario natural porque aún se están valorando los resultados aunque, en general, fueron positivos, dijo Dzul, por lo que es necesario que ambas producciones se sienten a conversar para tomar esa decisión.

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La productora, autora de la historia, creadora de la escenografía, vestuarios e integrante del grupo Mez-Me, Mila DRomán, posa con la actriz Indra Martínez, quien interpretó a la casadera María Guadalupe. Crédito: Producción la bruja Tlahuipochi/Cortesía.
La productora, autora de la historia, creadora de la escenografía, vestuarios e integrante del grupo Mez-Me, Mila DRomán, posa con la actriz Indra Martínez, quien interpretó a la casadera María Guadalupe. Crédito: Producción la bruja Tlahuipochi/Cortesía.

Cristian Rodríguez, creador de la Ruta del Cempasúchitl, recordó en plática con este diario que la idea de invitar a la obra de María, la bruja Tlahuipochi surgió la temporada pasada cuando asistieron a una función al Teatro Helénico, donde se presentaba y pensó en hablar con los productores para que esta leyenda regresara a Xochimilco, a su origen, en un escenario natural, en donde también fue bien recibida por el público.

El elenco se integró por Clementina Guadarrama como la tía Inés; Indra Martínez fue la casadera María Guadalupe; Alicia Lara en el papel de la bruja mayor; Kevin Llanes el enamorado Santiago; Rodrigo Carbajal como Juan, hermano de Santiago; Marco Dzul fue el tío don Miguel y Laura Jaimes dio vida a la bruja Francisca.

El público siempre pudo observar la obra y a los actores muy de cerca. Credito: Angélica Navarrete R/EL UNIVERSAL.
El público siempre pudo observar la obra y a los actores muy de cerca. Credito: Angélica Navarrete R/EL UNIVERSAL.

Rufina, la mamá del niño Miguelito, a cargo de la actriz Karla Monroy; la talentosa Daniela Jaimes-Padilla representó a Cantarina; la bailarina Gabriela Zantiago en el papel de la bruja Felipa; la bailarina Lucero Martínez como la bruja Esther; Moe Yaotl o Julio interpretó al vendedor Chema, Emily Ramos fue Juana, Nicte Palacios encarnó a Toña, las bailarinas Karen Jaramillo, como la bruja Meche, y Ana Acevedo, como la bruja Petra.

En general, los asistentes despidieron esta temporada con numerosos aplausos y felicitaciones al elenco, la escenografía, la música en vivo y a la producción por rescatar nuestras tradiciones; sin embargo, hubo varios que se quejaron del frío del lugar, aunque al final reconocieron que fue parte de la experiencia.

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