Recientemente, el influencer Luis Arturo Villar, más conocido en las redes sociales como ‘Luisito Comunica’ por su canal en YouTube, se vio envuelto en otra controversia, aunque esta vez con respecto a animales.
Villar, de 31 años, usualmente hace contenido de viajes y, siguiendo esa idea, retrató su paso por la amazonía peruana, en donde compartió con la comunidad de Puerto Miguel y Vista Alegre. Allí se encontró con una familia que, a su sorpresa, tenía varios animales silvestres como si fueran mascotas.
Entre algunos de los animales estaba una cría de jaguar que al parecer jugaba con los niños del lugar, un oso perezoso que descansaba en una silla y un mono.
Cuando el influencer publicó el video y lo mostró en sus redes sociales, algunos de sus fanáticos le comentaron que debería denunciar a la familia por las condiciones en las que se encontraban las especies y él afirmó que ya lo había hecho.
Viaje al Amazonas no resulta como esperaba Luisito
Sin embargo, eso trajo una nueva controversia, pues otros seguidores le reprochaban que las personas del video se meterían en problemas con la Policía y que él era un traidor, pues la comunidad le había dado confianza y él la estaba usando en su contra.
Desde entonces, Villar explicó lo que realmente sucedió y le dijo a sus seguidores por medio de historias de Instagram que él en ningún momento había hablado con las autoridades.
“Yo fui a organizaciones de cuidado de animales que, cuando mucho, si es que se hace algo, irán por los animales y le dirán a la gente: ‘No vendas cabeza de jaguares a turistas porque eso está mal’”, comentó.
Sin embargo, aceptó que pudo manejar la situación de una mejor manera: “No estuvo del todo bien que yo tratara de intervenir en la manera de vivir de las comunidades que, para ellos, como ustedes dicen, es completamente normal cortar cabezas de jaguares para venderlas”.
Después, él mismo declaró que era un “doble cara e hipócrita”, pues, a pesar de haber denunciado las condiciones de los animales y buscar su cuidado, come carne de “muchos animales”. Según él, la situación no es de un solo matiz; es algo “muy complejo” ya que algunas personas estuvieron de acuerdo con lo que hizo y otras no.
Cabe aclarar que, según las leyes peruanas, se debe evitar criar este tipo de animales -monos, ardillas, iguanas, entre otros- y su venta y tráfico está completamente prohibida.
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