La automovilista apodada reapareció en redes sociales para disculparse con la comerciante a la que agredió en un estacionamiento de Guadalajara.

Aunque afirmó estar arrepentida y reconocer el daño causado, miles de internautas mantienen sus críticas y ponen en duda sus intenciones

Usuarios en redes sociales compartieron su indignación ante la situación y apodaron a la agresora como 'Lady Tamales'. Foto: Captura de pantalla
Usuarios en redes sociales compartieron su indignación ante la situación y apodaron a la agresora como 'Lady Tamales'. Foto: Captura de pantalla

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Del enojo en redes a la disculpa pública

La polémica inició cuando un video mostró a una automovilista discutir con una vendedora ambulante de tamales en un estacionamiento de Guadalajara. En las imágenes, captadas por la propia comerciante, se observa cómo la mujer, molesta porque consideraba bloqueada su salida, arremete contra la vendedora, jalonea la nevera con su mercancía y termina derribando su puesto. La vendedora, entre lágrimas, pidió ayuda a los transeúntes para llamar a la policía mientras la agresora se retiraba del lugar.

El clip, ampliamente difundido en plataformas como TikTok, Twitter y Facebook, desató una ola de indignación. Usuarios bautizaron a la mujer como “Lady Tamales”, un apodo que rápidamente se volvió tendencia y símbolo de rechazo a su comportamiento. Además de la desaprobación, surgieron llamados para identificarla y exigirle que asumiera su responsabilidad.

Días después, la mujer reapareció en un nuevo video, publicado por la usuaria @jazmin_torres3112, en el que se muestra ofreciendo disculpas directamente a la vendedora. En sus declaraciones, aseguró estar profundamente afectada:

“Buenas noches, estoy aquí presente con la señorita en el lugar de los hechos pidiendo una disculpa personal y pública. Ya no quisiera que esto siguiera circulando porque realmente estoy muy apenada; personal y laboralmente me está afectando mucho”, expresó visiblemente nerviosa.

@jazmin_torres3112

Actualización! 2ª Parte #ladytamales El fin de este vídeo jamás fue generar estas reacciones de odio, recordemos que todos estamos expuestos, solo debemos crear conciencia y controlar nuestras emociones ante situaciones así. Es de humanos cometer errores y ella ya dio la cara tanto para los empleados de los tamales como para todos ustedes. La señora se presentó para pedir disculpas, hablaron y decidieron grabar un video para poder acabar con las amenazas que está recibiendo ella y su familia. @MVSNOTICIAS @Azteca Noticias @Guardia Nocturna @Venga La Alegría

♬ sonido original - Jazmín Torres

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Reacciones divididas ante su mensaje

El video de la disculpa, que en menos de 24 horas acumuló más de 431 mil visualizaciones y 22 mil interacciones, no logró calmar la controversia. Una gran parte de los internautas consideró que su arrepentimiento respondía más a las consecuencias personales que enfrentó que a un verdadero remordimiento por la agresión.

Comentarios como “pide la disculpa porque ella está afectada personalmente y laboralmente, no porque realmente se sienta mal por la chica de los tamales” se replicaron ampliamente, evidenciando la desconfianza hacia la agresora. Otros usuarios, en tono irónico, escribieron: “¿La perdonamos? — NOOOOOO”, reflejando la negativa de la mayoría a dejar atrás el incidente.

Sin embargo, en la descripción del video, Jazmín Torres hizo un llamado a la reflexión: “El fin de este video jamás fue generar odio, recordemos que todos estamos expuestos; debemos controlar nuestras emociones ante situaciones así”, subrayando que la agresión viralizada había derivado en amenazas hacia la mujer y su familia.

El trasfondo del incidente

El altercado que detonó la controversia ocurrió cuando la automovilista reclamó a la vendedora por presuntamente obstruir su paso. Aunque la comerciante explicó que esperaba que la conductora maniobrara su vehículo, la tensión escaló rápidamente. La mujer exigió que se retirara, jaloneó su mercancía y la tiró al piso.

La escena, grabada en un lugar público, generó un debate sobre la convivencia urbana, el respeto al trabajo informal y el poder amplificador de las redes sociales. La etiqueta “Lady Tamales” se convirtió en un estigma digital que multiplicó la visibilidad del caso, pero también trajo consecuencias personales y laborales para la agresora, quien admitió sentirse “muy afectada” por la exposición.

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