El es uno de los ingredientes más valorados en productos para el cuidado de la piel, suplementos alimenticios y vitaminas debido a sus múltiples beneficios para la salud. Esta proteína es fundamental para el fortalecimiento, resistencia y flexibilidad de huesos, cartílagos, ligamentos, músculos y, por supuesto, la piel. Además de retrasar el desgaste natural del cuerpo, el colágeno ayuda a prevenir la aparición de arrugas y líneas de expresión.

A pesar de ser la proteína más abundante en el cuerpo humano, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la producción de colágeno puede ser estimulada de manera natural mediante el consumo regular de ciertos alimentos, incluidos productos de origen animal. Una fuente sorprendente y efectiva de colágeno es la hecha a partir de escamas de pescado.

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¿Qué beneficios aporta el colágeno?

El colágeno es esencial para mantener la elasticidad y firmeza de la piel, así como la salud de las articulaciones y los huesos. También juega un papel crucial en la cicatrización de heridas y en la salud general de los tejidos conectivos. Con la edad, la producción de colágeno en el cuerpo disminuye, lo que puede llevar a signos visibles de envejecimiento y problemas articulares. Por ello, incorporar colágeno en la dieta puede ayudar a mitigar estos efectos.

Las escamas de pescado, comúnmente desechadas, son una fuente rica en colágeno. Según un estudio de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, las escamas de pescado contienen una estructura orgánica rica en colágeno y una parte inorgánica con fosfato de calcio, que es beneficioso para la salud ósea. Aunque son consideradas como un desecho, estas escamas pueden ser transformadas en una gelatina nutritiva que fortalece el cuerpo de manera natural.

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¿Cómo preparar gelatina con pescado?

  1. Cocción inicial: Coloca las escamas de pescado en una olla y cúbrelas con agua.
  2. Cocción prolongada: Tapa la olla y cocina a fuego medio durante 30 minutos, asegurándote de que el agua no se evapore por completo.
  3. Enfriamiento: Deja que la mezcla se enfríe a temperatura ambiente.
  4. Licuado: Vierte la mezcla en una licuadora y procesa hasta obtener una mezcla uniforme.
  5. Colado: Cuela la preparación usando un colador fino.
  6. Mezcla final: Añade el jugo de fruta de tu preferencia a la mezcla colada.
  7. Refrigeración: Vierte la mezcla en un recipiente y refrigera hasta que cuaje.

Para enriquecer la gelatina, puedes agregar trozos de fruta natural y un endulzante a tu gusto antes de refrigerar. Esta receta rinde para aproximadamente cuatro porciones.

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