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La salud humana ha estado durante muchos años al cuidado de la denominada medicina alternativa o tradicional.
Esta se ha ocupado de tratar afecciones y prevenir enfermedades mediante la utilización de plantas, semillas, hierbas y raíces que, con el paso de los años, le han aportado sus propiedades a la ciencia para la confección de medicamentos.
En la actualidad, muchos de esos productos de origen natural siguen siendo utilizados para el cuidado de la salud. Por tal motivo, hoy queremos darte a conocer los beneficios que una especia pone a disposición nuestra para el combate de la malaria y las fiebres intermitentes.
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Una planta contra la malaria
Lo primero a destacar es que, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la malaria es una enfermedad grave causada por un parásito y se contrae cuando un mosquito infectado pica a la persona. Entre los síntomas, produce escalofríos, síntomas similares a los de la gripe, fiebre, vómitos, diarrea e ictericia.
Más allá de que la consulta al médico debe existir y será el profesional el que ofrezca el diagnóstico y tratamiento preciso a seguir, te contamos que la quinina es una planta originaria de zonas tropicales de Colombia, Perú, Ecuador y Bolivia que durante años ha sido empleada por la medicina tradicional. Esta especia es rica en alcaloides y taninos, componentes que le otorgan propiedades expectorantes e ideales para mejorar problemas respiratorios, según un informe del Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia.
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Incluir a esta planta en nuestra alimentación también puede aportar otros beneficios para nuestra salud. Según la Asociación Española de Pediatría, la quinina se emplea para combatir la malaria, mientras que la Clínica Universitaria de Navarra (España) es aconsejada para el tratamiento de artritis reumatoide y el lupus.
La quinina estimula la digestión, combate las fiebres intermitentes y protege la salud cardiovascular. Esta planta, por lo señalado, es muy beneficiosa pero, como tiene cierto nivel de toxicidad, se recomienda un consumo moderado de ella y consultar con nuestro médico de cabecera antes de incluirla en nuestra rutina alimenticia.
