En el vasto y misterioso océano, existen criaturas que sorprenden por su forma y comportamiento. Una de las más peculiares es la medusa huevo frito. Este invertebrado marino, conocido por su aspecto inusual, es tanto una maravilla visual como un interesante sujeto de estudio para los biólogos marinos.
Según Nick A. Romero H., Biólogo y educador ambiental, dos especies de medusas destacan por su peculiar apariencia similar a un huevo frito. Se trata de Cotylorhiza tuberculata, también conocida como medusa mediterránea y Phacellophora camtschatica. Estas criaturas no solo llaman la atención por su forma, sino también por su relativa seguridad para los humanos.
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Las medusas huevo frito deben su nombre a su apariencia distintiva: su cuerpo redondeado y semitransparente tiene un disco central amarillo, rodeado por una franja blanca, que recuerda a un huevo frito. Cotylorhiza tuberculata habita en los mares Mediterráneo, Egeo y Adriático y puede alcanzar un diámetro de hasta 40 cm. Por su parte, Phacellophora camtschatica se encuentra en mares fríos alrededor del mundo y puede crecer hasta 60 cm de diámetro, con tentáculos que alcanzan los 6 metros de largo.
¿Son venenosas?
La medusa huevo frito es una especie relativamente inofensiva para los humanos. Sus tentáculos poseen células urticantes, pero su picadura es generalmente suave y no representa un peligro significativo. Si una medusa huevo frito te pica, lo primero es mantener la calma. Sal del agua lentamente para evitar más contacto. No frotes la zona afectada, enjuágala con agua de mar y utiliza un objeto limpio para retirar tentáculos adheridos. Aplicar una compresa de agua tibia puede aliviar la sensación. Si los síntomas persisten, acude a un centro médico.
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Las medusas huevo frito, con su apariencia llamativa y relativa seguridad, son fascinantes habitantes del océano. Se alimentan principalmente de zooplancton, peces pequeños y otros organismos marinos diminutos, que captura utilizando sus tentáculos. Al aprender más sobre estas medusas, no solo ampliamos nuestro conocimiento del mundo natural, sino que también reforzamos la necesidad de conservar los delicados ecosistemas marinos que sostienen tanta vida.