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Cuando llevamos a cabo una alimentación de forma saludable se puede reducir el riesgo de sufrir obesidad, enfermedades del corazón y neurológicas, diabetes, presión arterial alta, hipertensión y algunos tipos de cáncer, señala la Clínica Barcelona (España). Seguir cierto patrón de alimentación robustece la protección de nuestra salud.
Los especialistas aconsejan establecer un plan, tanto de alimentación como de actividad física, con el fin de establecer metas a corto y largo plazo ya que eso permitirá convertir ciertos cambios en hábitos, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Lo ideal sería consultar con un profesional información adicional sobre los beneficios de cambiar hábitos alimenticios y del ejercicio.
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Qué es la dieta atlántica
En este marco, quienes buscan mejorar su salud a través de cambiar su forma de alimentación y estilo de vida en general, seguramente se han encontrado con diversas dietas. La mayoría de ellas son viralizadas en redes sociales y plataformas digitales, por eso es que los especialistas de la salud aconsejan la consulta con profesionales antes de cualquier implementar cambio.
Al respecto, una de las que si cuenta con apoyo profesional y recomendación de diversas entidades es la denominada dieta atlántica. Su origen es de Galicia y Portugal y se caracteriza por tener como protagonistas a los pescados, mariscos, verduras, hortalizas, hidratos de carbono, lácteos, aceite de oliva y un consumo moderado de carne, de acuerdo a la Fundación Española del Corazón.
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La dieta atlántica está asociada a una mejor salud para nuestro corazón ya que estudios epidemiológicos más recientes evidencian una menor mortalidad por enfermedad coronaria, su contenido importante en calcio y vitamina D le confieren un valor especial en el mantenimiento de la salud ósea, constituye a conseguir un buen perfil calórico y aporte de nutrientes antioxidantes, de acuerdo a un informe de la Fundación Española de la Nutrición.
Establecer esta dieta como eje de nuestra alimentación supone también el aporte de ácidos grasos monoenoicos y de sustancias antioxidantes como vitamina E y B-caroteno. Además, el organismo recibe proteínas de alto valor biológico, minerales como calcio, hierro altamente utilizable y fósforo, según aportes difundidos durante el Congreso Internacional de la Dieta Atlántica.
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