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El café es una de las bebidas más populares y consumidas en todo el mundo. Su aroma, sabor y capacidad para brindar energía lo han convertido en un ritual diario para millones de personas.
Más allá de ser una simple bebida, el café tiene un impacto cultural, social y hasta económico que lo posiciona como un ícono global.
El origen del café se remonta al siglo IX en Etiopía, donde la leyenda cuenta que un pastor llamado Kaldi descubrió sus efectos energizantes al observar a sus cabras más activas tras comer frutos de un arbusto.
Desde África, el café viajó a Arabia, donde se perfeccionaron las técnicas de cultivo y tostado. Durante el siglo XVI, su popularidad se extendió a Europa, convirtiéndose en un motor para la creación de cafeterías, que servían como puntos de encuentro para intelectuales y comerciantes.
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Además de su sabor, el café tiene propiedades beneficiosas para la longevidad. Una taza de café por la mañana podría ser más que un ritual matutino. Según un estudio reciente publicado en Annals of Internal Medicine y compartido por la Universidad de Harvard, este hábito podría estar relacionado con una mayor esperanza de vida.
La investigación se realizó con más de 170,000 personas de entre 37 y 73 años, que fueron observadas durante aproximadamente siete años. Los resultados indican que aquellos que consumían café regularmente tenían hasta un 30% menos de probabilidades de morir durante el periodo de estudio en comparación con quienes no bebían café.
Lo interesante es que estos beneficios se observaron tanto en quienes tomaban café con cafeína como descafeinado, lo que apunta a que no solo la cafeína, sino otros compuestos del café, podrían ser responsables de estos efectos positivos.
El estudio también sugiere que añadir una cucharadita de azúcar al café puede ser compatible con sus beneficios potenciales, pero agregar más no aporta ventajas adicionales. El café contiene antioxidantes y compuestos antiinflamatorios que podrían reducir el riesgo de enfermedades como las cardiovasculares y neurodegenerativas. Sin embargo, el consumo excesivo de azúcar está relacionado con problemas de salud crónicos.
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Se recomienda tomar entre 1,5 y 3,5 tazas de café al día, moderar la cantidad de azúcar añadida y combinarlo con una dieta equilibrada y hábitos saludables para maximizar sus posibles beneficios. Aunque el estudio no establece una relación directa de causa-efecto, refuerza hallazgos previos sobre los efectos positivos del café.
