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Implementar buenos hábitos en nuestra vida ayuda a proteger nuestra salud física y mental. Existen distintas maneras de sumar acciones que resulten positivas para nuestro bienestar y muchas de ellas no requieren de ningún tipo de inversión económica.
El cuidado de los ojos ha comenzado a demandar muchas acciones en las últimas décadas. Esto se debe, en parte, a los cambios en el mundo del trabajo, la presencia ante las pantallas de computadoras durante horas, la utilización de teléfonos o el entretenimiento de la televisión. En todos los casos, remarca el Instituto Mayo Clinic, pueden aparecer consecuencias como la fatiga ocular o el ojo seco, afecciones consideradas comunes en la actualidad.
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Cómo prevenir el ojo seco
Si nos centramos en el ojo seco, Mayo Clinic señala que es frecuente y aparece cuando las lágrimas no pueden lubricar los ojos de forma adecuada. Se trata de una afección molesta que posiblemente cause ardor o picazón. Tratas el ojo seco puede hacerse mediante gotas, pero lo que más ayudará es realizando cambios en nuestro estilo de vida.
Entre los factores más comunes del ojo seco se encuentra el uso de pantallas digitales por tiempo prolongado, el envejecimiento, algunas condiciones médicas preexistentes y la contaminación del medio ambiente, entre otros. Sin embargo, la causa más común de esta afección, según precisa Parwez Hossain, profesor de Oftalmología de la Universidad de Southampton, es el funcionamiento anormal de las glándulas de Meibomio que se encuentran en los párpados y secretan lípidos que impiden la evaporación de la película lagrimal que recubre los ojos.
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Teniendo en cuenta estos datos, seguramente habrá sufrido en algún momento de ojo seco por lo que si buscas cuidar la salud de tu vista será mejor que incluyas ciertos hábitos preventivos. A continuación algunas recomendaciones vertidas por el Instituto Mayo Clinic y por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido.
- Evitar la exposición al aire directo.
- Mantener la pantalla de la computadora por debajo del nivel de los ojos.
- Usar gafas de sol envolventes.
- Tomar descansos visuales frecuentes.
- Humedecer los ambientes.
- Limpiar los párpados con un paño tibio.
- Masajear suavemente los párpados para facilitar la secreción de lípidos.
