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A tan solo unos días de la llegada de la Navidad, siempre se habla sobre regalos, paz, amor y por supuesto, Santa Claus. Sin embargo, dentro de lo basto que es el folclore navideño también existen las historias sobre los opuestos de Papá Noel, quienes en lugar de dar regalos a los niños bien portados, castigan a los malvados.
Así como en los cuentos europeos existe la antítesis de San Nicolás que vendría siendo Krampus, también existen otros seres encargados de lo mismo como es el caso de Gýla, la bruja de la Navidad.
Grýla tiene su origen en la mitología islandesa, y es asociada con las tradiciones navideñas y leyendas locales de la región. Del mismo modo que Krampus es descrita como una figura oscura que asusta y se lleva a los niños que no se portaron bien durante el año.
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Sin embargo, a diferencia de Krampus, la bruja navideña no tortura niños ni los lleva al infierno; los guarda en algunos de sus sacos y se los lleva a su guarida en las montañas, donde hace un estofado de niños mal potados para comerlo, que de acuerdo con las historias, es su platillo favorito.
La bruja come niños desciende de las montañas en Navidad para capturar a los desobedientes y uno de sus rasgos más característicos es el caldero gigante donde los cocina, presente en los diferentes historias, poemas, y hasta canciones islandesas que hablan de ella y sus "hazañas".
Qué es Grýla
Gran parte de las historias sobre Grýla son orales, por lo que como es de esperarse su apariencia no siempre es la misma pues dependiendo la región puede variar ligeramente, e incluso las diferentes adaptaciones que ha tenido en cine, videojuegos y series presentan sus propios cambios.
Dentro del folclore islandés, Grýla es una mujer gigante con rasgos de ogro, piel gruesa y rugosa, con cabello largo y gris o negro enredado y descuidado.
Es descrita con pezuñas en vez de pies y con múltiples colas -a veces 3 o a veces hasta cuarenta-, que cargan los sacos donde se roba a los niños. Viste con harapos o pieles de animales que la hacen lucir como una anciana de gran tamaño.
Una característica que se mantiene a través del tiempo es su buen oído que le permite escuchar a los niños desobedientes, desde distancias muy lejanas.
Grýla es una figura muy arraigada en la tradición islandesa, y aunque inicialmente era solo una historia de terror para que los niños no se portaran mal y recibieran su recompensa en Navidad, en tiempos más actuales ha formado a pasar parte de la historia local.
Y ahora que ya sabes quién es la bruja de la Navidad, más vale portarse bien, porque a diferencia de Papá Noel, ella no te deja carbón si te portaste mal.
mahc