Chacales, trajeados, estudiantes, jubilados, curiosos, jóvenes, maduros y adultos mayores entran y salen del mítico Savoy, el cine más famoso del Centro de la Ciudad de México que proyecta películas pornográficas. Pocos son quienes visitan la nueva “atracción” que se dedica a la fotografía y a “su mutación”.
Ubicado en el pasaje Savoy de la calle 16 de septiembre, y rodeado de comercios de comida, ropa, helados o reparación de celulares, al final está el aparador de fotografía dedicado al deseo, la cultura popular y lo cuir.
Un letrero que anuncia ropa para anime acompaña la exposición fotográfica de este espacio “para leer el tiempo”. Un hombre recién salido de ver una película con una actriz rubia como protagonista se acerca al aparador para ver ocho fotos de parejas de hombres fotografiados por el legendario Rafael Manrique (Ciudad de México, 1958).
Aquí también se ha expuesto la obra de José Luis Cuevas y Enrique Metinides.
Lee también: Bitácora VIHchota, el taller de foto para empoderar a personas que viven con VIH
Apenas cuenta que se acercó “por morbo” y “para ver de qué se trata”. La serie de fotografías es “Eternidad”, y la acompaña un ejemplar de Del Otro Lado, la desaparecida revista gay de México y América Latina de los años 90 que fundó Juan Jacobo Hernández.
Bajo las luces de neón amarillas y moradas con el nombre del cine porno se anuncia la galería Drama: “Un lugar de encuentro” y “adictx al exceso de realidad que hay en la Ciudad de México”.
“Drama es un aparador transparente y de negras intenciones para mirones especializados y especialistas en el ocio.
“Drama se apasiona por la cultura popular que hay en el arte contemporáneo y el deseo que fluye en las imágenes de lo cotidiano”, se describe en el espacio creado apenas en junio pasado.
“Drama es un aparador para observarse en otros cuerpos. Drama es un espacio de exhibición y exhibicionismo”.
Lee también: “Mi vida ha sido un inmenso signo de interrogación”: Elena Poniatowska
La exposición fotográfica
El nuevo aparador muestra las imágenes de Rafael Manrique, “pioneras en ver con deseo y dignidad a personas afrodescendientes”.
“Los retratos realizados por Rafael Manrique (Ciudad de México, 1958) durante los años ochenta y noventa en diferentes puntos de Veracruz, representan un caso excepcional para el imaginario homoerótico en la fotografía mexicana, por una estética donde lo íntimo se manifiesta en la proximidad que hay entre el autor y su comunidad, y por un sentido de pertenencia expresado en la circulación de sus imágenes, que viajaron en su momento de mano a mano y de casa en casa.
“Por su parte, la belleza de sus retratados está dada por una atmósfera donde el tiempo es imperceptible y la juventud desea ser eterna. En ese mundo, las parejas retratadas representan un vínculo erótico tejido por lazos de amistad y complicidades afectivas”, indica la descripción.
“La eternidad de las imágenes que integran esta muestra, radica quizás en que han conservado su pulsión erótica, pero sobre todo en que manifiestan una configuración afectiva de masculinidades que escapan a las etiquetas obsesivas de la razón contemporánea”, se añade.
“Eternidad”, de Rafael Manrique, estará expuesta hasta enero de 2024, a un costado del cine Savoy.