Existe una razón por la que el vino tinto se lleva bien con la salud: le hace bien a tu corazón. Esta bebida no sólo es un elemento presente en cada cena elegante, sino que también cuenta con el respaldo de la ciencia, ya que varios estudios han demostrado que es un gran aliado de la salud cardiovascular.
Esto se debe a las propiedades antioxidantes del vino tinto, que contiene polifenoles y resveratrol derivados de la piel de las uvas. En español, significa que estos componentes contribuyen a la prevención de enfermedades del corazón al proteger los vasos sanguíneos, reducir el colesterol, prevenir la formación de coágulos y disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, según Mayo Clinic.
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Por si fuera poco, un estudio de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana sugiere que consumir una copa de vino al día puede tener beneficios adicionales, desde reducir la artritis reumática hasta estimular la digestión y mejorar la visión.¡Hasta puede combatir la formación de placas y caries dentales!
Pero si estás en busca de un remedio casero para cuidar tu corazón, te traemos una sorpresa: cuando el vino se combina con ajo, esta mezcla se convierte en un remedio potente con propiedades medicinales reconocidas desde tiempos antiguos. El ajo, consumido crudo para preservar sus beneficios, contiene alicina, una sustancia con propiedades antibióticas, antioxidantes y eliminadoras de radicales libres.
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El ajo ha sido históricamente utilizado para fortalecer el sistema inmunológico, reducir el colesterol, controlar la presión arterial y desintoxicar el cuerpo de metales pesados. La combinación de ajo y vino tinto, gracias a sus múltiples beneficios, se convierte en un remedio natural que puede contribuir a mantener la salud en óptimas condiciones.
Aprende a preparar un remedio casero para el corazón con vino tinto y ajo
En tan sólo unos minutos puedes preparar un remedio casero para la salud del corazón con vino tinto y ajo. Necesitarás una cabeza de 12 dientes de ajo y medio litro de vino tino. Luego, sigue estos pasos:
- En un frasco de cristal, coloca los 12 dientes de ajo picados a la mitad y vierte el medio litro de vino tinto.
- Cierra el frasco y déjalo reposar bajo la luz del sol durante dos semanas.
- Agita el frasco todos los días durante este período.
- Filtra la mezcla y guárdala en un recipiente oscuro, como la botella original del vino, para prolongar su conservación.
- Toma una cucharada de este remedio hasta tres veces al día por un mes y notarás la diferencia.