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Las tenis son un básico en cualquier armario. Ya sea para caminar, hacer ejercicio o completar un look casual, este calzado se ha convertido en un imprescindible. Sin embargo, uno de los mayores inconvenientes es lo rápido que se ensucian, especialmente cuando son de color blanco. Aunque meterlas en la lavadora parece una solución fácil, este método puede dañarlas con el tiempo y acortar su vida útil.
Para mantenerlas impecables sin riesgo de deterioro, existe un truco de limpieza efectivo que permite eliminar la suciedad sin recurrir a la lavadora. Con unos pocos ingredientes y un proceso sencillo, las zapatillas pueden recuperar su aspecto original sin comprometer su estructura ni sus materiales.
¿Cómo limpiar las zapatillas sin lavadora?
El primer paso para una limpieza profunda es retirar los cordones y cepillar toda la superficie del calzado para eliminar restos de polvo y barro. Luego, se debe preparar una mezcla con medio litro de agua caliente, dos cucharaditas de jabón en escamas y 50 mililitros de amoniaco. Con la ayuda de un cepillo o esponja, se aplica esta solución sobre las zapatillas, frotando suavemente para desprender la suciedad adherida.
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¿Cómo eliminar manchas difíciles?
Si las zapatillas presentan manchas persistentes, es recomendable un remojo adicional. Para ello, se deben sumergir en un recipiente con agua caliente y dos cucharaditas de percarbonato de sodio. El tiempo de remojo puede variar entre dos y cuatro horas, dependiendo del grado de suciedad.
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¿Cuál es la mejor forma de secarlas?
Después del remojo, es importante aclararlas con agua limpia para eliminar cualquier residuo de los productos utilizados. Para evitar que se deformen o aparezcan manchas de humedad, se recomienda dejarlas secar en un lugar fresco y sin exposición directa al sol, colocándolas en posición horizontal sobre una superficie plana.
Siguiendo estos pasos, es posible mantener las zapatillas en óptimas condiciones sin necesidad de recurrir a lavados agresivos. Con un poco de cuidado y los productos adecuados, pueden conservar su aspecto limpio y fresco por mucho más tiempo.
