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El vínculo entre los humanos y sus perros es único. Nuestros compañeros de cuatro patas nos ofrecen amor incondicional, compañía y momentos inolvidables. Sin embargo, el tiempo no perdona y llega el día en que nuestras mascotas, envejecidas y quizá con dolencias incurables, nos plantean una de las decisiones más difíciles de nuestras vidas: ¿es hora de dejarlos ir?
La vejez en los perros varía según su tamaño y raza, pero según María Besteiros, ATV y peluquera canina/felina, suele llegar entre los 7 y 10 años en razas grandes y a partir de los 10 en razas pequeñas. Durante esta etapa, pueden aparecer enfermedades crónicas, dolores articulares, pérdida de visión, audición y en algunos casos, problemas cognitivos que afectan su calidad de vida.
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A pesar de los avances en la medicina veterinaria, no siempre es posible garantizar que los tratamientos logren mejorar su estado de salud o evitarles sufrimiento prolongado.
Decidir practicar la eutanasia a un perro no es un acto de abandono, sino de amor y responsabilidad. La eutanasia, que literalmente significa "buena muerte", es un procedimiento veterinario que asegura la partida indolora de un animal que sufre de manera irreversible. Según la Ley 7/2023 de Protección de los Derechos y Bienestar de los Animales, aprobada en marzo de 2023 en España, la eutanasia solo puede realizarse bajo estrictos requisitos:
- Su calidad de vida debe estar gravemente comprometida sin posibilidad de alivio.
- Un veterinario colegiado debe certificar la gravedad de la situación y realizar el procedimiento utilizando métodos indoloros.
- Cualquier sacrificio fuera de estos parámetros constituye una infracción grave, sancionada con multas de hasta 200.000 euros.
El proceso de la eutanasia
El procedimiento, realizado por un veterinario, es rápido y libre de dolor. Generalmente se realiza en dos pasos:
- Sedación: El animal es inducido a un estado de sueño profundo para evitar cualquier incomodidad.
- Fármaco final: Se administra un medicamento que detiene su corazón de manera pacífica.
- En algunos casos, los cuidadores pueden optar por realizar este procedimiento en casa, minimizando el estrés del animal y permitiéndole partir en un entorno familiar.
La despedida de un perro puede ser un momento de conexión profunda. Asegúrate de estar presente, hablarle con cariño y despedirte con palabras que transmitan tu amor. Muchos veterinarios ofrecen servicios en casa para garantizar que este último momento sea tranquilo y rodeado de familiaridad.
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Decir adiós a un perro anciano es una de las pruebas más duras que enfrentamos como dueños, pero también es una forma de honrar su lealtad y amor. Es la última oportunidad de demostrarles cuánto significaron para nosotros, asegurándonos de que su partida sea digna, pacífica y llena de amor.