Si alguna vez has experimentado un antojo repentino de algo dulce o un hambre intensa justo antes de una comida, es posible que hayas sentido el efecto de la , conocida como “la hormona del hambre”. Producida en el estómago, esta hormona regula el apetito enviando señales al cerebro para indicarle que es hora de comer. Sin embargo, también puede disparar antojos de alimentos calóricos, especialmente en situaciones de estrés o falta de sueño.

¿Cómo funciona la grelina en tu cuerpo?

La grelina aumenta antes de las comidas y disminuye después de comer, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Su función principal es estimular el , pero también puede influir en el deseo de alimentos ricos en azúcar y grasa, incluso cuando no hay una verdadera necesidad de energía. Factores como el estrés, la fatiga o las dietas restrictivas pueden alterar los niveles de esta hormona, haciéndola más difícil de controlar.

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¿Por qué la grelina puede generar antojos?

La grelina no distingue entre hambre física y emocional. Por eso, en momentos de estrés o cansancio, es común sentir la necesidad de consumir alimentos poco saludables. Por ejemplo, una noche de mal sueño puede aumentar la producción de grelina, lo que te hará desear alimentos ricos en carbohidratos y calorías al día siguiente, incluso si no los necesitas.

¿Cómo mantener la grelina bajo control?

Aunque puede ser desafiante, hay estrategias efectivas para gestionar esta hormona y evitar que tome el control de tus hábitos alimenticios:

1. Desayuna proteínas

Un desayuno rico en proteínas ayuda a mantener la grelina baja durante el día. Alimentos como huevos, yogur o pescado no solo te harán sentir más saciada, sino que también reducirán los antojos posteriores.

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2. Sigue una rutina de comidas regulares

Comer a intervalos regulares estabiliza los niveles de grelina. Saltarse comidas o seguir dietas restrictivas puede aumentar esta hormona, provocando hambre incontrolable. Intenta hacer tres comidas completas y equilibradas, complementadas con snacks saludables.

3. Duerme lo suficiente

La privación de sueño eleva significativamente la grelina, aumentando el apetito por alimentos calóricos. Dormir entre 7 y 9 horas cada noche te ayudará a regular esta hormona y a mantener un mejor control del hambre.

4. Reduce el estrés

El estrés crónico incrementa la producción de grelina. Practicar actividades como yoga, meditación o caminatas puede ayudarte a mantenerla bajo control y a evitar los impulsos emocionales de comer.

¿Qué alimentos ayudan a controlar la grelina?

Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, son ideales para prolongar la sensación de saciedad y evitar picos de hambre. También, incluir proteínas magras, como pollo o pescado, puede ayudarte a sentirte más llena y a regular esta hormona de manera más efectiva.

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