La flexibilidad y la movilidad son aspectos esenciales para mantener una buena calidad de vida, especialmente a medida que envejecemos. Según Brad Manor, profesor asociado de medicina de la , el deterioro de la movilidad en las articulaciones puede llevar a problemas como dolor, incomodidad al moverse, e incluso aumentar el riesgo de caídas. Para identificar posibles limitaciones, Manor sugiere realizar estas siete pruebas simples que puedes hacer en casa para evaluar tu flexibilidad y movilidad de pies a cabeza.

1. Movilidad del cuello

La movilidad del cuello es necesaria para realizar tareas como mirar sobre el hombro o inclinarse hacia adelante. Para evaluar la , gira la cabeza hacia la derecha y luego hacia la izquierda sin mover los hombros. Intenta mirar directamente hacia el techo y luego lleva la barbilla al pecho. Por último, inclina la cabeza hacia los lados hasta que la oreja quede cerca del hombro. Si no puedes alcanzar estos rangos de movimiento, podrías trabajar en ejercicios específicos para mejorar esta zona.

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2. Extensión de los hombros

La flexibilidad en los hombros permite movimientos esenciales como atarse un delantal o alcanzar un bolsillo trasero. Para comprobarlo, coloca la mano detrás de la espalda e intenta tocar la parte media con el pulgar. Si no llegas cómodamente, tu rango de movimiento en los hombros podría estar limitado, y sería beneficioso realizar estiramientos específicos para esta articulación.

3. Flexibilidad de las muñecas

Las muñecas juegan un papel importante en actividades cotidianas como cocinar, abotonar ropa o tejer. Para evaluar su movilidad, junta las palmas de las manos bajo la barbilla con los codos paralelos al suelo. Baja lentamente las manos hacia el pecho sin separar las palmas ni mover los hombros. Si encuentras dificultad, es hora de incorporar ejercicios para fortalecer y flexibilizar las muñecas.

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4. Movilidad de la columna vertebral

La flexión y rotación de la columna son fundamentales para tareas como inclinarse o girar. Para evaluar esta zona, desliza la punta de tus dedos por el muslo hacia la rodilla sin doblar las rodillas. Si no logras llegar a la rodilla, tu columna podría necesitar ejercicios que favorezcan su flexión lateral y rotación.

5. Flexión de cadera

Las caderas son esenciales para caminar, sentarse y realizar actividades físicas. Para evaluar su flexión, siéntate en una silla o acuéstate boca arriba y lleva una rodilla al pecho. Si el muslo no toca el abdomen, tu rango de movimiento en la cadera podría estar restringido.

6. Rango de movimiento de las rodillas

Las rodillas deben tener suficiente flexibilidad para tareas como subir escaleras o ponerse en cuclillas. Para evaluar su movilidad, ponte de pie y lleva el talón de un pie hacia los glúteos. Si no logras que el talón toque los glúteos, trabajar en la flexión de las rodillas puede ayudarte a recuperar movilidad.

7. Flexión del tobillo

Los tobillos son clave para mantener el equilibrio y caminar correctamente. Para evaluarlos, coloca los dedos de los pies frente a una pared y flexiona las rodillas sin levantar los talones. Si las rodillas no llegan a tocar la pared, es posible que necesites mejorar la flexión del tobillo con ejercicios específicos.

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