La vida nos regala momentos inolvidables, y a veces, hasta los pequeños sustos pueden convertirse en anécdotas dignas de contar una y otra vez. En una soleada tarde en casa, un niño disfrutaba de su pasatiempo favorito: jugar con su balón en la sala. La diversión estaba en su punto máximo cuando, de repente, su madre decidió darle un giro inesperado a la situación con una supuesta noticia sobre Lionel Messi.
Con una mirada cómplice, la madre comenzó a leer en su teléfono una noticia ficticia que dejó al pequeño boquiabierto. "Messi muere a los 36 años", anunció con una voz seria, como si se tratara de una noticia real y seria. El niño, en medio de su juego, se detuvo de inmediato, sus ojos se abrieron como platos y su balón quedó olvidado en el suelo.
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El niño, con una expresión de asombro y preocupación, preguntó rápidamente: "¿Es en serio?, ¿de qué murió?". La madre, sin desvelar su broma, continuó con su actuación, añadiendo más dramatismo a la situación: "Dice que, en su casa, estoy leyendo la nota". El ambiente en la sala se volvió cada vez más tenso, con las personas presentes esperando ansiosamente el desenlace de esta broma tan inusual. Pero entonces, una voz amiga decidió intervenir y romper el suspenso: "No llores, no era tu papá, ¿para qué lloras?".
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El niño, con los ojos llenos de lágrimas y la carita compungida, no pudo evitar mostrar la profunda tristeza que esa noticia ficticia había causado en su corazón joven y apasionado por el fútbol. Fue en ese instante cuando la madre decidió revelar la verdad y poner fin a la broma.
Con una sonrisa en el rostro y un alivio palpable en la habitación, explicó que todo había sido una broma, que Messi estaba sano y salvo, y que no había motivo para seguir preocupados. El pequeño, aunque aliviado, todavía llevaba el susto en su corazón, pero no pudo evitar sonreír ante la sorprendente vuelta de tuerca que había dado esa tarde. La madre, por su parte, se ganó una carcajada por su ocurrente ocurrencia y por el inmenso amor que sentía por su hijo.