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Muchas personas confían su salud a la medicina tradicional, es decir al empleo de plantas, semillas, raíces y hierbas para prevenir enfermedades, tratar dolencias o curar ciertas afecciones. Las infusiones son las preparaciones más arraigadas a nivel mundial y su uso se ha difundido de generación en generación.
Desde la Clínica Las Condes (Chile) afirman que las infusiones que se preparan a base de hierbas por lo general son utilizadas por las personas para perder peso, relajarse, aliviar diversas dolencias y aumentar la energía. Además, puntualiza que sus beneficios para la salud variarán según el tipo de planta o hierba.
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Advertencias sobre el té verde
Entre las infusiones más consumidas o populares se encuentra el té verde que se prepara con las hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia sinensis o Camellia viridis. Según la Fundación Española de Nutrición, el procedimiento con este tipo de té se realiza sin oxidación y las hojas se secan en ausencia de humedad y son fragmentadas rápidamente después de ser recogidas.
Además, un informe de la National Geographic explica que el té verde aporta antioxidantes beneficiosos para la salud y destaca que esta infusión ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, tiene propiedades anticancerígenas, antivirales y antiinflamatorias, además de prevenir enfermedades neurodegenerativas.
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Sin embargo, más allá de que tomar té verde puede impactar positivamente en el cuidado de la salud, se trata de una infusión que no es apta para todas las personas. A continuación detallamos 6 condiciones para saber quiénes pueden consumir té verde.
- Interacciones con medicamentos: esta infusión puede interferir con la absorción medicamentos como los betabloqueantes y los anticoagulantes y con algunos tratamientos de control de la presión arterial.
- Problemas digestivos: quienes padecen de gastritis o úlceras podrían ver afectada su salud si esta infusión se bebe en grandes cantidades.
- Efectos secundarios por la cafeína: si se consume en exceso esta infusión pude causar insomnio, palpitaciones, malestar estomacal y nerviosismo.
- Alteración en el metabolismo del hierro: el té verde contiene taninos que podrían dificultar la absorción del hierro. Es una advertencia dirigida a personas con anemia o una alimentación baja en hierro.
- Embarazo y lactancia: deberían evitar el té verde por su contenido de cafeína y porque limita la absorción de ácido fólico.
- Sobrecarga hepática: beber en exceso esta infusión puede afectar al hígado por la acumulación de catequinas.
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