El SEO poisoning es una técnica usada por ciberdelincuentes para manipular los resultados de búsqueda. A simple vista, parece que encontraste justo lo que buscabas, pero un clic puede llevarte directo a un sitio web malicioso que roba tu información o instala virus en tu equipo.
Aunque parece invisible, afecta tanto a personas como a empresas que no cuentan con herramientas de seguridad o conocimiento sobre cómo funciona el mundo online. En Tech Bit te explicamos cómo funciona.
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¿Qué es el SEO poisoning?
Se le llama SEO poisoning (envenenamiento SEO en español) a la manipulación de los motores de búsqueda para que los resultados que aparezcan primero lleven a sitios web maliciosos. Todo se ve normal hasta que haces clic y te das cuenta de que algo no cuadra.
Según McAfee, compañía especializada en seguridad informática, los hackers usan técnicas similares a las que emplean los expertos en marketing digital: posicionan contenido falso, insertan enlaces peligrosos en páginas legítimas o llenan de palabras clave sus sitios para atraer más clics.
Este tipo de ataque puede incluir redirecciones a páginas de phishing, instalación de malware o mostrar contenido fraudulento. Todo comienza con una búsqueda sencilla y termina con una amenaza digital.
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¿Cómo protegerse de este ataque?
Lo primero es conocer los tipos de SEO poisoning. Uno muy común es por palabras clave: utilizan términos de moda para posicionar sus sitios. También puede ser por enlaces insertados en páginas confiables o mediante contenido falso que parece confiable.
Las causas van desde sitios web sin mantenimiento hasta usuarios poco informados. Si una página no se actualiza o sus permisos están mal configurados, los ciberdelincuentes tienen vía libre. Además, si no sabes detectar señales de alerta, es más fácil que caigas en su trampa.
Y sí, los riesgos son serios: puedes infectarte con malware, perder datos sensibles como contraseñas o cuentas bancarias, e incluso afectar la reputación de una marca si su portal es ocupado como canal para ataques.
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Parte de protegerse está en la prevención. Si tienes un sitio web, mantenlo actualizado y revisa bien los permisos de acceso. De esta manera, reduces las brechas que los ciberdelincuentes pueden aprovechar para colarse.
Como usuario, activa tu radar: no entres a páginas sospechosas, revisa las URLs y no descargues archivos de sitios dudosos. Un buen antivirus también puede ayudarte a detectar amenazas antes de que sea tarde.
Y si te encuentras con una página de este tipo, ¡no lo dejes pasar! Puedes reportarla en plataformas como Google Safe Browsing. Así, otras personas también estarán protegidas de caer en el mismo engaño.
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