Texto de Marcos Amadeo, líder regional de Descubrimiento y Promoción de Producto para Netflix América Latina
En Tlalnepantla aún sobrevive el último Videocentro de México, como un monumento a la forma en que, hace 15 años, consumíamos películas, una experiencia muy diferente a la actual.
¿Recuerdas ir al videoclub a rentar una película y pagar una penalización por no regresarla a tiempo?
El cambio del formato físico al digital marcó un antes y un después en la industria del entretenimiento. Fue una de las revoluciones que impulsaron esta transformación, pero hubo otras que hoy vale la pena analizar con la perspectiva que nos dan los años.
La verdadera innovación no radicó solamente en ofrecer video digital —que ya existía desde hace tiempo (basta recordar a RealNetworks)—, sino en transformar radicalmente la cultura de la experiencia y poner al usuario en el centro.
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Este enfoque, apoyado en el "efecto de red" descrito por Hamilton Helmer, permite que las señales y preferencias de cada usuario mejoren las recomendaciones de títulos para todos, aumentando el valor de la plataforma a medida que más personas la usan.
Así, el concepto tradicional del "horario estelar" desaparece y cada quien crea su propio prime time, explorando y eligiendo libremente.
Streaming a tu medida
A diferencia de lo que se pensaba antes, esto funciona porque dejamos de ver a las "audiencias" como grupos monolíticos de gustos. Ahora diseñamos la experiencia para que cada usuario tenga un recorrido propio y único.
Por ejemplo, tu página principal en Netflix no se parece a la de nadie más: si te apasionan los documentales, recibirás sugerencias distintas a las de quien prefiere el terror o las comedias románticas.
Podemos hacer esto para cientos de millones de personas cada día gracias a la capacidad de procesamiento y a la hiperconectividad disponibles.
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Otra transformación clave fue el desarrollo de una estrategia de contenido eminentemente local, diseñada para resonar con el momento cultural de cada país, pero que también tiene el potencial de viajar y convertirse en un éxito mundial.
Esto es posible gracias a una poderosa combinación de tecnología, gestión de contenido, subtitulado, doblaje y creatividad visual, que permite llevar todas las historias a cualquier lugar.
Un ejemplo claro es "El juego del calamar", cuya temporada final se estrenó el 27 de junio. Originalmente creada para el público coreano, se convirtió en un fenómeno global gracias al streaming.
Se trata de la serie de habla no inglesa más vista en la historia de Netflix, con más de 600 millones de visualizaciones entre sus dos primeras temporadas desde su lanzamiento.
¿Qué viene para el streaming?
Mientras la televisión abierta pierde relevancia, el streaming aún tiene un enorme potencial de crecimiento y está redefiniendo la forma en que el mundo consume contenido.
Según datos del IFT, en México el consumo de contenidos audiovisuales en internet pasó del 26% en 2015 al 55% en 2024.
Además, el streaming representa hoy alrededor del 24% del consumo televisivo en México, de acuerdo con Nielsen.
El reto ahora es claro: seguir innovando para mejorar la experiencia de quienes buscan momentos de entretenimiento, expandiendo la profundidad, calidad y diversidad de las historias que contamos.
Y porque nada desaparece del todo, los nostálgicos aún podemos elegir visitar el Videocentro de Tlalnepantla para disfrutar alguna película del recuerdo; hay muchas y muy buenas.
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