Tras los apagones que han afectado diversos sectores productivos del país en meses anteriores, se ha dicho que la demanda de energía en México ha rebasado la capacidad de la nación para producirla. El problema es que, en el corto o mediano plazo, esa demanda aumentará considerablemente. Y mucho.
La exigencia energética aumentará exponencialmente y de un momento a otro, debido al establecimiento de data centers y a actividades como cómputo en la nube, “bitcoin mining”, inteligencia artificial (IA), e- commerce, envío de e-mails y programas de SaaS (software as a service).
Según cifras de la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés), el consumo de energía para los data centers se ha mantenido estable desde 2010: ocupa 1% del total de la producción eléctrica global. Lo que sí es un hecho es que la tendencia en el uso de la IA y las transacciones en criptomonedas apuntan a un crecimiento en la demanda sin precedente.
Virginia, reina de los data centers
Para determinar el tamaño y la capacidad de manejo de datos, los data centers se clasifican según su gasto de megawatts por hora.
A partir de eso, en América se encuentra la zona con mayor demanda de megawatts/hora a nivel global: el condado de Loudoun, al norte de Virginia (Estados Unidos), con un consumo de 2,552 MWh. Se dice que el 70% del internet mundial pasa por ahí.
Por ejemplo, en el llamado “corredor de los data centers” en esa comunidad, Amazon Web Services (AWS) invirtió 52 mil millones de dólares entre 2011 y 2021. Y tienen planes para desembolsar otros 35 mil millones antes de 2040.
Gran parte del éxito de ese condado entre quienes buscan establecer su centro de datos es la infraestructura presente: instalaciones de fibra óptica que tienen décadas en el lugar, por ejemplo. Datan de tiempos en que AOL y Yahoo establecieron ahí los primeros centros de datos. Y, aunque esa infraestructura aún es útil, no es suficiente para los llamados data centers de “hiperescala” actuales.
El caso de Querétaro
En el continente, en la lista de los hubs de centros de datos, en decimotercer lugar está Querétaro con un consumo de 150 MWh. A nivel mundial, ocupa el lugar 28. Y es que, con el establecimiento en su territorio de grandes data centers de empresas importantes como Amazon Web Services y Microsoft, no extraña que ese estado (y, en particular, su ciudad capital) ocupe un lugar muy alto en la lista de las regiones más prósperas en términos de data centers. Pero esa situación no es gratuita. Sin suficiente infraestructura y sin energía constante y limpia asegurada, esto no hubiera sido posible.
Actividades demandantes
En una entrevista para S&PGlobal Commodity Insights (GCI), David Groarke, director de la consultoría Indigo Advisory Group, afirma que “en términos macro, para 2030 la inteligencia artificial podría significar del 3% al 4% de la demanda global de energía”.
También se señala que “la demanda energética de Google aumentaría significativamente si se usara IA generativa en cada búsqueda a través de Google Search, de acuerdo con un estudio de Alex de Vries, de la VU Amsterdam School of Business and Economics”.
No obstante, de Vries apunta que el uso de IA a ese nivel es imposible por limitaciones en la capacidad de los servidores actuales. Para producir servidores que lo permitan, se requeriría una inversión de unos 100 mil millones de dólares. Esta inversión suena excesiva, pero seguramente se llevará a cabo.
Aun así, el consumo de la IA no es tan alto como el que exigen las transacciones con criptomonedas. Solo como un ejemplo, según la oficina de Políticas de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, “la minería de criptomonedas en Estados Unidos gasta prácticamente la misma cantidad de energía que todas las computadoras personales juntas en este país”.
En cifras, según un artículo de The New Yorker, “la minería de criptomonedas consume 145 millones de MWh de electricidad al año, lo que supera la utilizada por los Países Bajos” en ese mismo lapso.
La mejor alternativa
Virginia y Querétaro han atraído la instalación de data centers en su territorio porque, entre otras cosas, cuentan con energía suficiente gracias al gas natural. Este es ideal para generar electricidad menos contaminante que la producida con carbón o combustóleo, y más confiable que las opciones renovables (como la eólica o la solar).
“Los centros de datos impulsan un mayor aprecio por el gas natural ante la futura demanda de energía”, dice Stan Chapman, vicepresidente ejecutivo y COO de TC Energy, empresa responsable del sistema Columbia Gas Transmission, uno de los dos gasoductos que alimentan el corredor de los centros de datos en Virginia.
En 2023, la electricidad generada en plantas alimentadas por gas natural representó aproximadamente el 65% de la generación total en México: un aumento del 18.3% con relación a 2015, según datos del Sistema de Información Energética (SIE).
En el caso de Querétaro, tienen acceso a esta molécula gracias al sistema Naranjos — El Sauz. Pero, para apuntalar la entrega de gas natural para la región del Bajío, está por terminarse el sistema Tula –—Villa de Reyes. Y esto es pertinente, ya que, para poder cubrir la creciente demanda energética a mediano y largo plazo, originada por la dinámica de nearshoring y la voracidad de los data centers, las energías de fuentes renovables no serán suficientes.
Y, en ese escenario, el gas natural es la mejor alternativa en términos de confiabilidad y accesibilidad con menor afectación para el medio ambiente.
“Los data centers hablan del crecimiento a futuro. Sin embargo, no perdamos de vista el presente: la demanda energética actual no solo rompe récords, sino que no muestra señales de desaceleración. La necesidad de contar con energía confiable para los centros de datos impulsa una revalorización del gas natural”, dice Chapman.
Duelo de data centers
A partir de un estudio de la empresa de servicios inmobiliarios Cushman & Wakefield, este es el top 20 de las regiones en América con data centers, según su gasto energético en MWh: