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Como probablemente recuerdes, el pasado 6 de enero un grupo de manifestantes tomaron de manera violenta el Capitolio de Estados Unidos protestando porque, afirmaban, Donald Trump había sido víctima de un fraude electoral. Desde entonces, a nivel digital, hubo varias consecuencias como el cierre de las cuentas en redes sociales del entonces presidente y el uso de tecnología como el reconocimiento facial para localizar a los involucrados.
A pesar de que se ha debatido mucho sobre las implicaciones negativas en términos de privacidad del uso de sistemas de reconocimiento facial, diversas autoridades del mundo defienden su implementación. El FBI es uno de los organismos que está a favor y dio a conocer que utilizó esta tecnología para localizar y arrestar a un individuo sospechoso de participar en los disturbios en el Capitolio.
Los detalles de esta investigación fueron reportados por primera vez por el portal Huffington Post, de acuerdo al cual el FBI utilizó el reconocimiento facial no solo para confirmar la identidad de un sospechoso, sino para descubrirlo en primer lugar.
Según una declaración que agentes federales le dieron al medio, primero utilizaron los sistemas para identificar en las imágenes de los disturbios a un individuo llamado Stephen Chase Randolph. Para ello no solo se basaron en imágenes que fuentes oficiales y medios publicaron de la manifestación, también las compartidas a través de Twitter por un grupo conocido como SeditionHunters.
El FBI trasladó estas imágenes a una herramienta de reconocimiento facial de código abierto, “conocida por proporcionar resultados fiables”, afirmaron. Luego el sistema, tras un proceso de análisis, los llevó a una página pública de Instagram , que aparentemente perteneciente a la novia de Randolph, que contenía numerosas imágenes del sospechoso.
Los agentes confirmaron que se trataba de la misma persona no solo por el rostro sino porque en la cuenta había fotografías que mostraban a Randolph usando la misma ropa que en imágenes fijas capturadas en el Capitolio. Estos incluían un sombrero de punto gris con el logotipo de Carhartt bordado en blanco en la parte delantera. De hecho ese gorro fue clave para rastrear las actividades de Randolph a través de múltiples videos e imágenes.
En la declaración del FBI se señala que Randolph fue visto agrediendo a varios agentes de la Policía del Capitolio de Estados Unidos . "En el proceso de empujar las barricadas al suelo, el sujeto y otros derribaron a un oficial causando que su cabeza golpeara en las escaleras, lo que resultó en la pérdida del conocimiento", dice el informe. Y agrega que "el sujeto continuó agrediendo a otros dos oficiales empujándolos, resistiéndose e interfiriendo con su deber de proteger los terrenos cerrados y restringidos del Capitolio estadounidense".
De Instagram a la cárcel
Después de encontrar la cuenta de Instagram de la novia de Randolph, los agentes federales encontraron cuentas de Facebook aparentemente pertenecientes a miembros de su familia, revelando el nombre completo de Randolph. Luego cruzaron su identidad con los registros del permiso de conducir del estado y lo vigilaron en su casa y lugar de trabajo, donde fue visto, otra vez, con el mismo gorro.
Finalmente el FBI localizó a Randolph hasta su lugar de trabajo, donde fue entrevistado por agentes encubiertos. En ese proceso el hombre admitió haber asistido a los disturbios, diciendo "Yo estaba ahí y fue muy divertido". Randolph también dijo que había visto a una oficial de policía siendo empujada por las barricadas y sugirió que probablemente había sufrido una conmoción cerebral porque se había acurrucado en posición fetal.
Randolph fue arrestado en Kentucky una semana después de que se enfrentara a los cuestionamientos del FBI, dice el Huffington Post.
El caso muestra cómo el FBI está usando el reconocimiento facial para rastrear a aquellos que participaron en los disturbios del 6 de enero. Si bien esta tecnología no siempre es necesaria para encontrar sospechosos, su uso parece ser cada vez más común.