Es una poderosa computadora de bolsillo con alcance inimaginable hace sólo unos años. El teléfono inteligente te permite trabajar desde cualquier lugar, ver películas, escuchar la música que quieras, comprar cuanto artículo desees, pagar todas tus cuentas, buscar pareja, bajar de peso, planear tus viajes, orientarte en un ciudad extraña, por solo mencionar algunas de un sin fin de opciones posibles.
Ah, sí, y también sirve para hablar a distancia y enviar mensajes.
Eso fue para lo que originalmente fue diseñado y a lo que algunas personas les gustaría regresar.
Hay usuarios que reconocen pasar 95% de su tiempo consciente con las narices pegadas a su dispositivo celular sin mucho desarrollo en su vida intelectual o espiritual.
En ese sentido, un dispositivo que de muchas maneras nos liberó de tener que estar en un sitio fijo para realizar una cantidad de actividades, también nos ha esclavizado.
Si eres una de las personas que quiere independizarse y añora una relación más simple con su celular, aquí hay una guía de cinco pasos que preparó el sitio especializado Fastcompany para volver tu teléfono menos inteligente o "tonto", como dirían algunos.
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1. Purga general
¿Abres tu teléfono te pasas un buen rato deslizando la pantalla en busca de uno de decenas -tal vez cientos- de apps que has descargado a lo largo del tiempo?
Llegó la hora de hacer una limpieza de cabo a rabo.
Es fácil con los dispositivos Apple. Solo es cuestión de presionar en cada ícono hasta que se sacuda y salga una X en la esquina. Repite la operación para retirar todos esos apps que ni te acuerdas por qué los añadiste.
Con teléfonos Android es aún más rápido porque puedes eliminar todos los apps que descargaste en una sola operación.
Entra al Google Play Store, ve al menú, presiona arriba "Mis apps y juegos", luego la pestaña "Instalados" y finalmente la opción "Almacenamiento".
Aquí se abre una lista de apps con una cajita al lado. Selecciona todas las cajitas y presiona la barra "Desocupar".
2. Desactivar las apps incorporados
Hay unas apps que por defecto vienen incluidos en tu móvil, así los quieras o no. Como el correo electrónico, el navegador, etc.
Esas son un poco más problemáticos de eliminar, aunque con los iPhone es un proceso relativamente fácil de seguir:
En el menú de Configuración selecciona General y luego Restricciones. En la opción "Activar Restricciones" debes crear un código de paso -que no debes olvidar en caso de que quieras recuperar las apps- y luego apagas todo lo que está en la lista.
Si tienes un dispositivo Android, en el menú de Configuración ve a la opción "Apps y notificaciones" y selecciones "Ver todas las apps" para tener una lista completa de los que puedes desactivar. Apaga una por una.
3. Preservar teléfono y mensajes
Habrá unos apps incorporados que no se pueden desactivar, como el teléfono y mensajes.
Pero esos son exactamente los que queremos preservar en este ejercicio y que vas a necesitar si quieres que tu móvil sea más que un pisapapeles.
Vas a colocar esos dos apps en todo el centro de tu pantalla de inicio, para tener un móvil a la antigua, solo para hablar y escribir mensajes.
Si hay algunas apps residuales, escóndelas en un folder (si es un iPhone) o sácalos de vista (si es un Android). La idea es tener una pantalla lo más limpia posible.
4. No más datos móviles
Posiblemente esta medida es la que más duela: vamos a cortar todas esas vías sofisticadas de recepción de datos y depender exclusivamente de la tecnología celular común y corriente que ha estado en funcionamiento durante décadas.
En los iPhone también hay que eliminar el iMessage para que sólo puedas recibir textos sencillos y sin emojis y cosas por el estilo. Se apaga en el menú de Configuración. Allí también puedes seleccionar Celular y apaga el botón "Datos móviles".
Igualmente, en Android, ve a Configuración, escoge "Redes & internet", selecciona "Red móvil" y apaga la opción "Datos móviles".
5. Adiós al Wi-Fi
Esta es la última fuente que tienes que apagar para dejar tu móvil sólo con la capacidad para hacer llamadas y enviar textos.
Un paso traumatizante pero sencillo: en Configuración, selecciona Wi-Fi y ese botón verde, tórnalo gris.
En Android, como ya estabas en "Redes & Internet", lo único que tienes que hacer es deslizar el botón de Wi-Fi para apagarlo.
De esta manera, ese complejo dispositivo que te pudo haber costado hasta US$1.000, dependiendo del modelo y la marca, queda básicamente como un celular de la "era de piedra".
Alternativamente, podrías ir a tu tienda local y con poco dinero comprarte un "teléfono tonto", que todavía están en el mercado.