A Hugo Aguilar poco le duró el enaltecimiento de su condición indígena, queriéndolo hacer pasar como un Benito Juárez 2.0. Ahora, en Morena querrían agandallarse esa posición, con la operación del clan Batres. 

Es un orgullo que la Corte sea presidida por un representante de nuestros pueblos originarios, una oportunidad para transformar nuestra justicia en auténticamente humanista