A diferencia de 1985, cuando la ruta de donativos privados apuntó a bodegas o cuentas concentradoras abiertas por el gobierno, tras los estragos del sismo del 19 de septiembre del año pasado la ayuda institucional privada fluyó por sus propios cauces, tantito por evitar su uso político y tantito por desconfianza.

Pese a recorte, el gasto neto ejercido ascendió a 4.5 bdp entre enero y noviembre de 2016, 3% más que en 2015. Varias dependencias pagaron más sueldos, salarios y prestaciones