Las últimas 150 hojas de mi diario versan sobre el águila y sus escapadas hacia el alto cielo, donde yo imitando su abrir y cerrar de alas, aprendí a respirar más profundo

“Sí, es raro tanto entusiasmo por mi llegada, pensó el Dueño. Luego sonrió: en tiempos de tragedias el hombre fuerte, el que sabe qué hacer y lo hace, se vuelve el ídolo de los débiles”