No es el mensajero quien nos ha traicionado, sino quien ha permitido las atrocidades que hoy ponen en la calle a miles de “madres buscadoras” queriendo descifrar el destino de sus hijos, esposos y familiares. 

Una cultura tan rica como la nuestra ha permeado de forma sutil en su sociedad. Difícilmente EU podría prescindir de millones de mexicanos que hoy son parte fundamental de la vida norteamericana.

Interpretar los hechos históricos acontecidos hace 500 años a través de los valores morales y sociales de hoy, representa ingenuidad -o perversidad- por parte de quienes quieren estimular la confrontación.