Quedó a deber, y mucho, al incumplir la promesa de solucionar la crisis de inseguridad y violencia que lacera al país, así como la de desterrar la corrupción y mejorar los sistemas de educación y de salud.
El proceso sucesorio en la SEMAR no estuvo exento de golpes bajos a otros aspirantes al cargo y a los grupos que los respaldaban dentro de la Armada.
Se volvió ríspida, muy áspera, la transmisión de poderes que de inicio se vislumbraba tersa tras el apabullante triunfo electoral de Morena y aliados.
La relación de Monreal y Sheinbaum no ha sido buena desde que aquel despotricó contra ella tras perder la encuesta para designar al candidato de Morena para la CDMX en 2018.