¿Quién tendría la última palabra en la peligrosa escalada judicial, mientras que los mercados se sacuden en la incertidumbre y la polarización política atiza el fuego de la inestabilidad social?
Quedó a deber, y mucho, al incumplir la promesa de solucionar la crisis de inseguridad y violencia que lacera al país, así como la de desterrar la corrupción y mejorar los sistemas de educación y de salud.
El proceso sucesorio en la SEMAR no estuvo exento de golpes bajos a otros aspirantes al cargo y a los grupos que los respaldaban dentro de la Armada.