Salvador Elizondo Pani y su hijo, entre la literatura y el cine (1948-50) (XV)
Elizondo regresa a México e intenta, mientras decide que carrera va a estudiar, trabajar con su papá en la producción de películas
Elizondo regresa a México e intenta, mientras decide que carrera va a estudiar, trabajar con su papá en la producción de películas
Escritores y críticos analizan la trascendencia de la publicación, que con 58 números contribuyó a la apertura en México de la cultura y la libertad de expresión con plumas que lo mismo escribían de arte que de política, feminismo y aborto
Hasta el penúltimo día de su vida, todos los días bajaba al jardín por las mañanas a escribir, impecablemente peinado y rasurado
Solo, lejos de su familia, sometido a un régimen militar, sin entender el inglés, en un ambiente completamente desconocido, el niño aguanta...
El futuro escritor Salvador Elizondo se metía a los foros, entraba a los camerinos de Gloria Marín o Arturo de Córdova
Produce don Salvador ambiciosas películas, algunas, muy bien logradas y otras no tanto, a pesar de lo cual, se nota el esfuerzo de llevar al cine a buenos escritores
“Lo primero fue la luz, mucha luz, colores intensos, cielos azules, olores y gente descalza, en Berlín todo era sombrío y frío”
Don Salvador Elizondo Pani termina su función de diplomático en Alemania en octubre de 1938
No se dedica don Salvador a tomar fotos personales de la familia, solamente unas cuantas, le interesa sobre todo la arquitectura
Las fotografías de época del álbum familiar nos revelan a un niño que experimenta el aprendizaje simultáneo de dos culturas e idiomas