El hilo que el gobierno federal debe jalar para dar con la madeja de las complicidades que permitieron la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán del penal del Altiplano es más sencillo de lo que parece, nos dicen expertos en seguridad e ingeniería.

La fuga de Joaquín El Chapo Guzmán Loera ocasionó el derrumbe de tres funcionarios menores en el área de seguridad. Pero el efecto dominó en otros tres servidores públicos de una escala superior no está descartado.

Joaquín Guzmán Loera recibió un gran favor de las autoridades del penal de “máxima seguridad” del Altiplano. Nos hacen ver que durante los 16 meses y 18 días que permaneció recluido siempre estuvo en la misma celda.

Con su lupa y todavía sin resolver otros casos pendientes, el titular de la Función Pública, Virgilio Andrade, descubrió que a 20 días de terminar el sexenio calderonista se otorgó de manera poco transparente la concesión para el tren Chiapas-Mayab, La Bestia, a la empresa Viabilis.