Manuel Gil Antón

Si así nos ubicamos, es posible aceptar que ambas concepciones tienen sentido, e incluso zonas de convergencia. Ningunaes “verdadera” ni “esencial”

¿Cuál es, con precisión, el nivel de exclusión del sistema educativo, y cómo fue variable diferenciar al conjunto que tiene sentido distinguir?

En días en que se evalúa el trabajo universitario, trayectorias como la de Jacinto nos recuerdan que no se pueden “medir” dimensiones tan valiosas

Costó bastante tiempo para que advirtieran que el nuevo sistema era bueno, y hasta mejor que el de antes

Hay que pasar de la generación de “capital humano” y de producción, a orientar a formar ciudadanía con profundos asideros éticos y comunitarios

Con una delimitación, de alguna manera se daría espacio equivalente al comunitario tradicional para tener sentido en su relación con la escuela

Entender mejor las cosas deviene de escuchar las objeciones y tomarlas en cuenta. Sin cuestionar los viejos esquemas, no avanzaremos

Llevará tiempo enderezar las cosas: no lo perdamos en discutir, con adjetivos cruzados, un conjunto de ocurrencias deshilvanadas. No se vale

Se ha cargado la idea de mejora educativa con adjetivos que eliminan un terreno fértil para ponderar lo que se quiere cambiar y lo que se quiere conservar

Si de aprender a vivir, con todo lo que significa, se trata la educación, entonces no basta. Si acaso quedamos instruidos, pero no educados