Entre el gabinete, el grupo de asesores, sus compañeros de partido o cualquier allegado de los que comparte su sábado jugando golf con Enrique Peña Nieto, debe haber alguno, al menos uno, con conciencia suficiente para entregarle en propia mano al Presidente o, de preferencia, leerle en voz alta el documento titulado Retrato de un país desfigurado

En discusiones sobre el uso de balas y proyectiles contra manifestantes, no son pocas las reacciones que en defensa de las Fuerzas Armadas aseguran que las muertes de adultos y menores civiles a manos de soldados o policías son accidentales y que hablar de un “ataque contra la comunidad” resulta exagerado

Si revisamos las reformas electorales locales, desde que se realizaron para integrar requisitos de registro de candidatos independientes, podemos detectar que la mano de ciertos gobernadores temerosos de la figura se vio plasmada en las decisiones de sus Congresos

Esta vez no anularé, porque decidí no renovar mi credencial de elector, para dejar de engordar la bolsa del padrón con la que se reparten dinero los partidos. Me abstendré porque no quiero avalar la fórmula con la que se distribuyen recursos como si no tuviéramos a casi la mitad de la población sumida en la pobreza.

Se habla de un “choque” entre los criminales y fuerzas federales, pero el inequitativo saldo de muertos nos obliga a revisar la posibilidad de que la mayoría de los llamados “delincuentes” no tuvieran arma alguna y en vez de haber sido detenidos y sometidos al juicio correspondiente respetando sus derechos humanos, hayan sido asesinados sin posibilidad de defensa