
El 30 de octubre después de 21 meses, La México abrió sus puertas a quienes estaban ávidos por presenciar una corrida de toros en la capital del país y así se demuestra que la llama del toreo sigue encendida
El 30 de octubre después de 21 meses, La México abrió sus puertas a quienes estaban ávidos por presenciar una corrida de toros en la capital del país y así se demuestra que la llama del toreo sigue encendida
Poco a poco el barco del toreo, zarpa, ojalá sea en vientos favorables, como los deseamos los tenga el novillero coahuilense Arturo Gilio en su periplo europeo