Es tal la prisa presidencial por despejar todo riesgo de salvación de la autonomía del Poder Judicial, que esta semana arreció la campaña para socavar, con miras a su destitución, a la presidenta de la Corte.
Mal momento para celebrar, por el presidente y su corte, la libertad de Julián Assange.
AMLO reafirmó que sus reformas sí van para septiembre, el último mes de su gobierno y el primero de la nueva legislatura.
Ni duda de que la candidata de la alianza tuvo en su favor a una Claudia Sheinbaum empeñada en reafirmar su oprobioso rol de vicaria del Presidente
Otra función esencial de la narrativa del presidente ha sido la de tapadera de grandes desastres
Es la danza macabra de los billones perdidos en la opacidad del tren maya, de Dos Bocas, del hundimiento de un aeropuerto en proceso.
Miedo y risa son dos efectos comunicativos siniestros, generados por las candidatas.
AMLO pretende hacer girar la atención pública: de los ataques presidenciales al proceso, a acusar a opositores de alistar un “golpe de estado técnico”
Sheinbaum, ¿emancipación o en plan para atajar sospechas de ‘Maximato’?
Busca atajar las sospechas de que ella sería una persona de paja del actual presidente