En 1953, los bomberos no estaban preparados para sofocar el incendio de la Torre Latinoamericana
"La Latino" fue el rascacielos más alto de Latinoamérica en aquel entonces. El edificio fue pionero en el ámbito de la construcción de megaestructuras resistentes a sismos; sin embargo no se contempló el reto que implicaría apagar un incendio en sus últimos pisos