Los sospechosos son cuatro hombres y cuatro mujeres que habrían trabajado como guardias, mecanógrafas, telefonistas u operadoras telefónicas en un campo de concentración; si se enfrentan a la justicia, dependerá de su estado de salud, ya que todos tienen entre noventa y cien años de edad

Federico Lombardi, portavoz vaticano, no sería extraño que el papa Francisco imitara a sus dos predecesores al visitar el campo de exterminio en julio, cuando se prevé podría viajar a Polonia