El dirigible alemán Hindenburg explotó con 90 personas a bordo, a causa de una chispa que reaccionó con el hidrógeno de su interior. Un viaje que parecía rutinario se convirtió en la mayor tragedia aérea del siglo XX y en la desaparición de los zepelines como vehículo para pasajeros. Texto: Liza Luna
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