Nos estamos muriendo
¿Cómo decirle lo bien que ha sentado la pandemia a los gobiernos, pues el miedo va fundamentando su autoritarismo y extendiendo sus tentáculos hasta la vida privada?
¿Cómo decirle lo bien que ha sentado la pandemia a los gobiernos, pues el miedo va fundamentando su autoritarismo y extendiendo sus tentáculos hasta la vida privada?
Es ocioso pretender acusar de criminal a aquel que se mantiene al margen de las preocupaciones populares, humanas o relativas al progreso social, y se concentra sólo en sus asuntos, placeres, manías.
La inteligencia humana tiene más que ver con la especulación; con la comprensión del mundo en que se vive; con la invención de escenarios, horizontes o mundos alternativos a los impuestos
Sin el concurso de las ideas, conceptos o construcciones mentales de los últimos tres milenios es imposible avanzar
El deterioro de las vísceras, la piel, los huesos nos hace comprender que ese pasajero silencio al que llamamos salud resulta todavía más enloquecedor
Las reformas fiscales deben ser agresivas, pero no hacia la clase media que sostiene al país con su trabajo, sea formal o informal, sino a las concentraciones de poderosos y concentradores de bienes. De otra manera todo seguirá igual
Los políticos son en esencia empleados o sirvientes del bien público, y son sus acciones, más que sus promesas o su vocinglería interesada, la que merece la crítica
Sí, soy un bárbaro que incluso hago actual el siguiente párrafo de Villaurrutia: “En momentos como los que ahora vivimos, la muerte es lo único que no le pueden quitar al hombre”