En un país en que el miedo se huele, es muy probable que hoy quien es encuestado oculte su verdadera intención del voto para evitar riesgos.

Serán al final los electores, como siempre ha sido y seguirá siendo, los que tengan la última palabra y ubiquen a cada quién, candidata, candidato, partido, alianza o encuestadora, en su justa y real dimensión.