Me gustó la novela La isla de la mujer dormida, de Arturo Pérez-Reverte, donde deja claro que es hombre de tierra, mar y sus alrededores. Lectura para disfrutar, lo mismo El caballo dorado, de Sergio Ramírez

Es inevitable. Sentirán cada atmósfera narrada como un desprendimiento absurdo de lo que llaman normalidad. Recordarán a dos grandes maestros de la literatura latinoamericana y eso está bien