Como ahora, en 1934 se argumentó que la educación incluye saber cómo funcionan los cuerpos. A diferencia de entonces, ahora la educación sexual tiene rango constitucional e incluye la perspectiva de género.

Cualquier toque que se pretenda en el artículo 3º. constitucional, su reglamentación e instrumentos, debe ser el fruto de una profunda y honrada deliberación nacional, no de una estocada que el poderoso en turno pretenda dar a los ciudadanos del porvenir