Berlín, primer major multitudinario desde el brote de la pandemia, reunió a corredores de más de 130 nacionalidades: alemanes, mexicanos, estadounidenses, españoles, chilenos, chinos, finlandeses, australianos, flacos, gordos (no tanto, aunque algunos más repuestos por lo del encierro y los refrigeradores 24 por siete), fuertes, altos, chaparros, serios, sonrientes, lentos, rápidos, jóvenes, viejos, de cabello largo, casquete corto, con ropa negra y de colores

Aunque en estos meses las cosas se han ido normalizando poco a poco —a pesar de que la pandemia no cede y las olas de contagios vienen y van—, las líneas de esa estrofa probablemente resuman el actual sentir de buena parte de la humanidad