Las loas al presidente Gustavo Díaz Ordaz llegaron a extremos ridículos. Se encontraba de frente a un congreso donde la voz de la oposición era nimia y los legisladores del oficialismo se permitían decir esperpentos.

Nuestra UNAM es la más fidedigna representación de una continuidad histórica de raíces tan profundas en la sociedad mexicana que por más que se quiera no podrá perderse