El abeto, de casi 23 metros de alto, fue encendido como parte de la tradición que se ha mantenido por más de ocho décadas; el árbol estará hasta el 7 de enero, luego será donado para construir casas

Para la elaboración del árbol se utilizó una tonelada de basura, principalmente bolsas de plástico de las tiendas trasnacionales instaladas en el municipio, así como pet, sillas, botes, cartón, alambre y vidrio