La empresa relojera toma el corazón del modelo Chiron de la casa automotriz para realizar el calibre de su nuevo guardatiempo. El resultado un impactante Bugatti Type 390 con un calibre que simula un motor cilíndrico.

La compañía vuelve a utilizar el zafiro para alojar el mecanismo del reloj, esta vez un tourbillon impactante. La platina principal y los puentes llevan la X-Shape, icónica figura de la familia BR-X1.

El evento relojero más importante del continente celebró una edición más de este galardón, que celebra tanto la habilidad mecánica como la belleza estética de los mejores guardatiempos del año.

Legacy Machine Split Escapement destaca la construcción de un balance propio que parece oscilar por sí mismo, sin ninguna aportación visible de energía. La razón es que cuenta con un par de componentes especiales del escape (ancla y rueda) que proporciona el impulso necesario.