En su extraño, conciso e inteligente filme, D’Ambrose construye una historia de detectives que no busca a una persona perdida, sino que encuentra en el fantasma de un viejo maestro una sugerencia para enfrentar el apocalipsis
La cinta intenta darle seriedad a un género familiar pero se aferra a la convención; insulta el neoliberalismo pero ve con desconfianza la resistencia; reduce a un hombre a víctima para luego condenarlo por victimario