
La intención de Mantarraya es compartirnos un sueño, con sus misterios absurdos, que destaca por la singularidad de su colorido
La intención de Mantarraya es compartirnos un sueño, con sus misterios absurdos, que destaca por la singularidad de su colorido
La juventud y la vejez; el trabajo y el ocio; la decadencia y la construcción, se nutren mutuamente aunque parecen distanciadas por galaxias enteras
La cinta es una feroz fábula de un sistema tan voraz que se come a sí mismo. Su intensidad trasciende por mucho las trampas del cine convencional
Es una película correcta en la técnica y tierna en las emociones. La directora se arriesga un poco más en el estilo, sobre todo a partir de una narración que fragmenta los tiempos y opta por ordenarlos desde las emociones
El mérito de la película está en sus formidables actores y las imágenes de violencia y delirio que evocan el expresionismo alemán y el simbolismo homoerótico de Sascha Schneider
La cinta compendia la experiencia de la artista para los jóvenes y les pide que filmen con lo que tengan a la mano, y rápido; también nos anima a mirar el mundo y a recrear lo que conocemos